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Los peligros del desarrollo en una familia desestructurada

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Una familia disfuncional es muy peligrosa para los niños.

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La familia es el primer entorno en donde se desarrolla el niño. Antes de acudir a la escuela o comenzar a crear su propio grupo de amigos, es en este hogar en donde interactuar con otras personas. En este ambiente recibe sus primeros valores y empieza a fomentar su empatía, así como a descubrir sentimientos como el amor o la confianza en el resto de miembros.

Pero, ¿qué ocurre cuando este entorno no funciona como es debido? ¿Qué puede aprender el niño de una familia desestructurada? Estos ambientes pueden suponer un gran bache en el desarrollo del menor tal y como explica el equipo de Michael J. MacKenzie en The New England Journal of Medicine.

La importancia del contexto

Muchos son los estudios que han demostrado la importancia que es el contexto en donde se desarrolla el niño. Según varios trabajos es mejor para el menor crecer en una familia que le proporcione seguridad y en donde vea a una pareja llevándose bien y manteniendo una buena relación. En caso contrario, el hijo debe estar a caballo constantemente entre dos entornos lo que puede llegar a confundirlos y que nunca se sienta parte de un hogar.

Para los niños que tienen problemas graves, los padres ofrecen un escudo y un apoyo que les concede seguridad y hace reducir sus niveles de estrés. Por el contrario, si los hijos crecen en una familia desestructurada sentirá menos confianza a la hora de compartir aquello que lo atormenta y estos traumas pueden afectarles de sobremanera.

La familia que no funciona

El término de familia desestructurada también puede convalidarse por el de disfuncional. Es decir, aquel entorno que no funciona como debería. Se entiende que un hogar debe ser un ambiente en donde el niño aprende buenos valores como el amor, la empatía, la confianza o el respeto. Pero si la unidad no opera como debería existe un gran peligro para el menor.

Si el niño crece en un lugar donde sólo observa discusiones entre sus padres o constantes peleas entre los distintos miembros entenderá que esto es una forma de resolver los conflictos. Unos valores que para nada contribuirán a su crecimiento a nivel interior.

Hay que trabajar porque estos problemas no aumenten y no terminen por afectar a la estructura de la familia. Siempre que exista algo que debatir, es mejor hablarlo tranquilamente y sin caer en los insultos ni en las faltas de respeto. Los buenos valores de esta unidad son los que tienen prevalecer incluso en los malos momentos para hacer que de estas situaciones, el hogar salga fortalecido.

Importancia de la familia

Conseguir el equilibrio dentro de la familia es muy importante ya que esta unidad es muy importante para el desarrollo del niño. Ángela María Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles, destaca que es vital para los más pequeños crecer en este entorno para recibir un clima afectuoso y desarrollen sus habilidades. Porque un hogar es mucho más que un lugar en donde las necesidades de los menores se satisfacen.

Una familia es un lugar donde se adquieren habilidades necesarias para afrontar la vida de adulto y un entorno donde se conduce al niño en sus primeros años. Conducirlo en una senda con malos valores y en donde no exista un vínculo afectivo, sino más bien un distanciamiento emocional puede suponer a la larga que el menor no sepa desarrollarse en otros contextos sociales.

Damián Montero

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