Categorías:

Qué pasa cuando lo tienen todo, excepto a sus padres

Tabla de contenidos

En la actualidad, son numerosas las responsabilidades derivadas de los múltiples ámbitos que componen la vida laboral y familiar. Por su puesto, para tener una «vida completa» tenemos que ser trabajadores y trabajadoras eficientes, buenos compañeros y compañeras de trabajo, pareja que atienda a todas las necesidades del otro, aparte de nuestras necesidades propias, y ser padres y madres ejemplares ofreciéndoles todo el tiempo del mundo a nuestros hijos.

Dicho así, parece fácil, pero en la práctica es todo lo contrario. ¿Qué consecuencias tiene esta «falta de tiempo» en el desarrollo de nuestros menores…? ¿Cómo afecta en la relación entre padres e hijos? ¿Más calidad de tiempo o más cantidad? ¿Qué tipos de medidas podemos aplicar para solventar esta situación?

Para pasar tiempo con los hijos es esencial organizarse bien

Es importante señalar que lo que va a afectar positivamente en los niños es la calidad del tiempo que los adultos pasan con ellos y no «cuanto» tiempo se pasa con ellos. Podemos invertir muchas horas, día tras día con nuestros menores, pero lo podemos emplear para otras actividades propias, mientras que el niño o la niña juega durante horas a un videojuego.

Por otra parte, podemos invertir horas determinadas con nuestros menores donde compartamos con ellos juegos de todo tipo, fomentando el aprendizaje, su desarrollo, el cariño y la confianza. Para este tipo de implicación, es clave la organización.

Lo tienen todo… excepto a sus padres

En un artículo escrito por Joaquina Pedres, publicado por «El País» en el 2011, se reflejaba directamente: Lo tienen todo, excepto a sus padres. De esta manera, la autora dictaminaba como muchos menores tienen padres de éxito, casas confortables, disposición absoluta a la tecnología, dinero para un sinfín de caprichos, pero les falta lo esencial: sus padres.

La autora también refleja en sus palabras las consecuencias de esta falta de tiempo entre padres e hijos: «Los adolescentes urbanos procedentes de familias de clase media y media alta empiezan a llenar las consultas de psicólogos y pediatras sociales aquejados del mal de la soledad. Han crecido casi por su cuenta, a cargo de cuidadoras ajenas a la familia, y sus padres, ocupados a tiempo completo en mantener el estatus social, carecen del tiempo que ellos demandan. Las consecuencias suelen ser perversas: trastornos de conducta, agresividad, enfrentamientos constantes con los padres… Y también una tendencia al aislamiento preocupante. Tanto, que algunos adolescentes han empezado ya a ser catalogados en situación de riesgo y enviados temporalmente a pisos tutelados por la Administración».

Como hemos podido observar, la falta de tiempo de calidad de sus padres hacía ellos genera consecuencias diversas tanto en su desarrollo físico como psicológico, convirtiéndose en adolescentes y jóvenes con baja capacidad para tolerar la frustración, uso de conductas violentas para conseguir sus objetivos, y problemas de adaptación en otros ámbitos como en el del trabajo en el de la pareja.

Beneficios de invertir tiempo de calidad en los hijos

Sin embargo, los beneficios que se pueden obtener después de invertir tiempo de calidad en nuestros hijos son numerosos:

1. Favorece el proceso evolutivo de los niños en diferentes niveles: biológico, social, intelectual, afectivo-sexual.
2. Ayuda a que los padres y los hijos se conozcan mutuamente facilitando el aprendizaje entre sí.
3. Potencia el ambiente familiar favoreciendo la comunicación: facilidad para resolver los conflictos que pueden surgir.
4. Fortalece el vínculo paterno-filial: los hijos se sienten escuchados, queridos y aceptados potenciando su autoestima.
5. Contribuye a liberar el estrés y la tensión. Divertirse juntos y hacer actividades de forma que podamos disfrutar de ellas, nos ayuda a todos a liberar tensiones.
6. Aumenta la confianza, la seguridad y la autoestima. Los niños y niñas se sienten queridos y seguros.
7. Se desarrollan las habilidades sociales, ya que es un tiempo en el que los pequeños se relacionan.

Claves para aprovechar bien el tiempo con los hijos

No obstante, a pesar de los beneficios que aporta el invertir tiempo de calidad con nuestros hijos, resulta complicado encontrar la manera adecuada para aprovechar el máximo tiempo posible de una manera óptima. Por tanto, ¿de qué manera podemos actuar para conseguir que el tiempo que pasamos con nuestros menores sea fructífero?

1. Es importante implicarles en nuestras actividades diarias, mientras que les explicamos para que las realizamos y el cómo las hacemos. Así conseguiremos que el menor se sienta partícipe, además de satisfacer sus necesidades de exploración.
2. La organización es fundamental para poder compartir tiempo con ellos. Para ello, el establecer horarios nos puede ayudar a encontrar «espacios» donde nuestra prioridad sea disfrutar de ellos sin presiones.
3. La comunicación entre padres e hijos se convierte en un elemento esencial para las relaciones paterno-filiales. Muchas veces, el preguntar cómo le ha ido en la escuela, o preguntarle por sus preocupaciones, influye en que ese tiempo sea de calidad.
4. No es necesario buscar actividades especiales. En muchas ocasiones, el hecho de contarle un cuento o jugar con ellos, supone para ellos algo muy especial y valioso.

Como en cualquier relación humana, la dedicación de un tiempo de calidad es fundamental para generar vínculos efectivos. Por este motivo, es tan importante que desde edades tempranas, experimenten por parte de sus progenitores la importancia de la implicación emocional. Todo es cuestión de tiempo.

Ángel Bernal Caravaca. Psicólogo y mediador. Cofundador de Lomber Soluciones Cyberbullying

Te puede interesar:

– La importancia de la comunicación entre padres e hijos

La comunicación en familia

Otros artículos interesantes