Cuando alguien tiene un problema en casa, irremediablemente termina afectando a todos miembros del hogar. La persona que atraviesa por esta situación recibe ayuda, pero se olvida que quizás el resto también la precisa. Es el caso de los padres de hijos que atraviesan por enfermedades o trastornos de conducta que suponen una difícil situación para todos.
Los padres de estos hijos atraviesan una serie de dudas muy intensas. En el caso de que los progenitores de niños con problemas de conducta, estos piensan que han fallado en su misión como padres y que no han sabido educar de forma correcta a los menores que han criado. Algo que se intensifica en aquellos que ven cómo sus pequeños atraviesan una dura enfermedad ante lo que no pueden hacer otra cosa que esperar.
Padres de hijos con problemas de conducta
Como se ha dicho los padres de hijos con problemas de conducta se culpabilizan por no haber podido enseñar de forma correcta a los niños. Estos adultos se ven como el origen de esta situación. En estos casos precisan de apoyo psicológico para volver a recobrar la estabilidad emocional para convertirse de nuevo en la luz que guíe a los menores.
Las personas que ayuden a estos padres en estas situaciones deben recordarles lo siguiente, tal y como señalan desde la fundación Alanda:
– Recordar que hay momentos como la adolescencia en donde la rebeldía aparece. En ocasiones esto se traduce en comportamientos poco aceptables por parte de los adolescentes que en algunos casos pueden derivar en delitos.
– Brindar todas las fuerzas. Abuelos, tíos, o amigos deben convertirse en estos momentos en el apoyo del padre. Estas fuerzas transmitidas a los adultos serán a su vez transferidas a los niños o adolescentes con problemas de conducta.
– No tener miedo en solicitar ayuda profesional. Hay problemas que se escapan, es inevitable. Si la situación se desmadra no hay que tener miedo en solicitar ayuda profesional bien para uno mismo o bien una terapia familiar.
Padres de hijos enfermos
En el caso de los padres con hijos enfermos su estado de ánimo se deteriora al mismo tiempo que ven que no pueden hacer nada por cambiar la situación de los más pequeños. Ver a un niño atravesar por estos contextos no es plato de buen gusto, por ello desde la Asociación Española Contra el Cáncer se ofrecen los siguientes consejos:
– Recordar los objetivos del tratamiento. Tratad de pensar en los logros. Os ayudará a mantener una actitud más positiva los días difíciles.
– Centrar la atención en aspectos agradables. Para ello, es importante que realizar actividades que resulten agradables.
– Revisar metas y prioridades. Identificar aquello realmente importante para la familia y evitar al máximo las actividades no deseables.
– No obligarse a sentir alegría u optimismo siempre. El proceso de la enfermedad puede ser largo y difícil y no siempre es fácil tener un buen estado de ánimo.
– Vivir el día a día. Aunque a veces sea imposible evitar pensar en el futuro, hay que tratar de disfrutar del momento presente con los que os rodean.
Damián Montero
Te puede interesar:
– El papel del padre en la educación de los hijos
– Padres y madres educan diferente, y eso es bueno
–10 errores que cometemos los padres con nuestros hijos
– Emotivo vídeo en el que unos hombres descubren que serán padres