Smartphones, tablets, ordenadores… son muchas las tecnologías que han llegado a nuestras vidas. Y, todas ellas, con un elemento común: internet. La red de redes y dispositivos portátiles como los teléfonos inteligentes han facilitado las cosas en muchos sentidos. Pero, al mismo tiempo, en muchos casos ha aparecido una dependencia a estas pantallas.
Habitualmente se piensa que sólo las generaciones más jóvenes terminan desarrollando esta dependencia a las nuevas tecnologías. Pero, ¿qué ocurre cuando son los mayores quienes terminan abusando de estas pantallas? De hecho, así ocurre en muchos casos tal y como indica el estudio realizado por Qustodio y que trata de arrojar luz sobre la situación de las familias actuales, conectadas y con multitud de pantallas de por medio.
Casi el 40% de los padres se considera adicto
Como dato curioso, a día de hoy es más común ver hogares en donde hay más smartphones que niños. La media en España es de 3 terminales por familia, y en algunos casos este dato aumenta hasta las 5 pantallas. Para analizar la situación actual se han realizado un total de 1.200 entrevistas a madres y padres de nuestro país, Estados Unidos y Reino Unido, con hijos de entre 5 y 17 años que usan internet habitualmente.
Los datos del estudio indican que el 38% de los padres en España confiesa ser adicto al móvil (en el caso de estadounidenses y británicos el porcentaje que en un 36%). En cuanto al tiempo que pasan conectados, la media es de 3,2 horas. Un resultado que hace que muchos de estos progenitores crea que no dedica el tiempo que debería a su familia. De hecho, 8 de cada 10 afirma que se siente mal por este contexto.
¿Qué hacen ante esta situación? Algunas soluciones aportadas son silenciar notificaciones, activar el modo avión o establecer un horario de uso para toda la familia. En cuanto al tiempo que dedican a sus hijos, la mayoría de los padres afirman que invierten unas 8 horas con sus hijos, entre semana, y unas 11 horas cuando se trata del fin de semana.
Nuevas tecnologías y familia
Tal y como recuerdan desde la Academia Americana de Pediatría, los padres juegan un papel importante a la hora de establecer un plan de conducta respecto a las nuevas tecnologías. Estos son algunos consejos para evitar que las pantallas traigan problemas:
– Crear un plan de consumo mediático. Este debe respetar los valores de la crianza en la familia e incorporar una reflexión sobre cómo afecta a la vida diaria. Evitar que reemplace otras actividades que fomente el tiempo juntos y el vínculo interfamiliar.
– Fijar límites. Hay que recordar que los niños precisan límites y una serie de normas, al no tener la capacidad de razonar necesaria para impartir estas reglas.
– No convertir el uso de las pantallas en una actividad solitaria. Hay que realizar un consumo de manera conjunta en la que acompañar a los pequeños.
– Ser un buen ejemplo. Los padres son el espejo de los más pequeños, por ello deben ser los primeros en asumir y cumplir estas normas para que sus hijos imiten este comportamiento.
– Enseñar el valor de la comunicación frente a frente. La interacción cara a cara debe ser primordial. Por ello, los padres deben incentivar las conductas en persona por encima de las otras.
Damián Montero
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