Llega una edad en la que las personas se vuelven algo más dependientes. Sea por enfermedades o por los achaques propios de cumplir años, lo cierto es que hay un momento de la vida en el que vemos cómo personas cercanas y queridas, como nuestros nuestros padres o nuestros suegros, comienzan a perder facultades… y hay que decidir. ¿Nos los llevamos a casa con nuestra familia? Según un reciente estudio, casi la mitad de los ancianos no quiere esta opción: prefiere seguir viviendo en su propio hogar.
En concreto, el informe de la Obra Social «la Caixa» y el Instituto Gerontológico revela un importante cambio de tendencia: el 42,3 por ciento de las personas mayores encuestadas prefiere vivir en su propio hogar, mientras que el 4,5 por ciento rechaza de pleno vivir en casa de los hijos.
El estudio, que se ha titulado Primero las personas: Cuidar como nos gustaría ser cuidados, asegura asimismo que, tras la preferencia de vivir en el propio hogar, los abuelos elegirían una residencia para personas como ellos (28,6%) y, a mucha distancia, un hogar adaptado (7,4%).
La mayoría de los abuelos rechaza vivir con sus hijos
Destaca igualmente un dato significativo: el 4,5 por ciento de los encuestados no quiere vivir en casa de los hijos, una cifra que desciende hasta el 2 por ciento en la generación de entre 55 y 74 años.
El estudio, coordinado por los dos entes antes mencionados, pretende ser una investigación participativa sobre cuidados y la dependencia de las personas mayores. Para llegar a sus conclusiones se ha encuestado a un total de 4.784 personas, de las que 3.696 eran ciudadanos y 1.088, profesionales.
Del total de participantes en el estudio, destaca que uno de cada cuatro cuida a alguna otra persona de edad avanzada, algo que se produce principalmente en aquellos que tienen entre 35 y 54 años (38,3%), lo que coincidiría con personas adultas que cuidan de sus padres ya más mayores.
Los beneficios de cuidar a una persona mayor
Pese a que los españoles prefieren no vivir en casa de sus hijos cuando son ancianos, la mayoría de los encuestados cuida de alguien de edad avanzada. ¿Qué consecuencias tiene esto? Preguntados los cuidadores, el 84,1 por ciento de los encuestados habla de beneficios emocionales gracias a que se crea un «sentimiento de utilidad y satisfacción». Eso sí, la mayoría menciona como principal contraposición que se reduce el tiempo libre y de ocio.
El estudio ha querido también conocer qué se considera buen cuidado a una persona mayor. En esta línea, el 30.9 por ciento de la muestra cree que lo más importante es disponer de tiempo para poder dedicarle a la persona en cuestión. La segunda opción más mencionada ha sido la de contar con apoyos y servicios profesionales (26.7 por ciento), seguida de tener formación (22,8 por ciento) y disponer de información y asesoramiento.
Cuidado no profesional para los ancianos
Estas necesidades mencionadas por los encuestados son más importantes de lo que pueda parecer. Así lo recuerda el informe, que señala que en España hay 4.4 millones de personas que realizan tareas de cuidado no profesional en el ámbito doméstico. De estas, se estima que más de 700.000 tienen más de 65 años.
«A ellas se suman cientos de miles de mujeres que realizan tareas de cuidado remunerado desde su posición de empleadas del hogar», añada en esta misma línea el informe.
Para concluir, un apunte de futuro: para 2050 se estima que en España habrá el doble de personas mayores: un total de 16 millones. De estas, casi la mitad tendrá más de 80 años. Asimismo, se calcula que para mitad de este siglo habrá más de 172.000 personas con más de cien años de vida, lo que supone 13 veces más que en la actualidad.
Damián Montero
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