El vínculo entre padres e hijos es un lazo muy importante por el que trabajar. Al llegar la adolescencia, esta unión puede verse afectada por el crecimiento del sentimiento de rebeldía que se experimentan a estas edades. Sin embargo, existen otras fórmulas con las que poder acercarse a los jóvenes.
Una de estas claves es la música, que puede servir de nexo de unión entre padres e hijos. Así lo indica un estudio de Journal of Family Communication en donde se muestra que aquellos adolescentes que han compartido momentos de melodía con sus progenitores, han dado lugar a relaciones más enriquecedoras junto a sus padres y han fortalecido sus vínculos a largo plazo.
Música en los viajes
En este estudio se analizó un grupo de jóvenes adultos, con una media de edad en torno 21 años. Todos ellos debieron contestar a un cuestionario donde debían calificar la relación con sus padres cuando eran niños y si habían realizado actividades relacionadas con la música. Por último también respondieron a varias preguntas sobre cómo era el vínculo familiar que mantenían en la actualidad.
Los resultados de la investigación demostraron que los jóvenes que comparten experiencias musicales con sus progenitores suelen mantener mejores relaciones con sus madres y padres cuando crecen. Aunque el estudio se centró en jóvenes, también se invita a vivir estos momentos junto a los más pequeños de la casa.
Sin embargo, sí que se demostró que aquellos casos donde los momentos musicales se compartían con adolescentes, el vínculo se afianzaba más a estas edades. Entre los momentos que se recomienda pasar junto a los jóvenes, están los conciertos, viajes en el coche con la radio encendida o simplemente una canción de fondo.
¿Por qué se produce este hecho? Los investigadores desvelan que durante el desarrollo de la actividad musical se desarrollan otras prácticas como por ejemplo cantar de forma conjunta. Algo que genera un momento divertido entre ambos que se mantiene en la memoria a largo plazo.
Otras fórmulas para fortalecer el vínculo
Si bien la música se posiciona como una herramienta para fortalecer el vínculo entre padres e hijos, hay otras muchas fórmulas de asegurar esta alianza:
– Jugar. El juego es una de las actividades que más se disfrutan, unos momentos que unen a través de la diversión.
– Contacto físico. Uno nunca es mayor para sentir el cariño de sus parientes a través del contacto físico.
– Hablar. ¿Qué mejor forma de saber qué tal va todo que preguntando qué tal ha ido el día?
– Interesarse por sus gustos. A medida que los más pequeños crecen, van desarrollando sus gustos. Interesarse por ellos es siempre una buena idea.
Damián Montero
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