La teoría sólo es el paso previo a la práctica. En los datos que se van encontrando se indican las instrucciones que se han de seguir cuando llegue el verdadero reto. En el caso de la paternidad no son pocos los conocimientos que se transmiten en este sentido: libros con instrucciones, consejos de amigos y familiares, etc. Pero, ¿sirven de algo al final todo este compendio de información?
Si bien no se puede negar la importancia de esta información, hay que recordar que la práctica siempre ayuda a conocer más la realidad a la que alguien se va a enfrentar. Por este motivo, desde el Foro de la Familia se recomienda apostar por la formación de los futuros padres a través de profesionales y conocedores de la realidad que viven, o vivirán en el caso de los primerizos, para que sean conscientes del camino que van a emprender.
Importancia de la reflexión
Desde esta entidad se explica que en la actualidad se vive en la época de las «comunicaciones inmediatas«. Todo está al alcance de nuestra mano, una auténtica revolución cultural a la que no son ajenas las familias. Con una rápida consulta en un buscador de internet, cualquier posible duda que aparezca en la mente de los padres queda «resuelta».
Es cierto que en estos buscadores pueden encontrarse ciertas respuestas útiles, pero, ¿alguien se detiene a recapacitar sobre ellas? Cada caso es un mundo y en plena época de la inmediatez muchas familias no dedican el tiempo necesario a la inmediatez para asimilar la información necesaria. Muchas son las opiniones que se pueden encontrar para un mismo caso, pero, ¿cuántas de ellas se basan en una evidencia contrastada?
Por ello, se propone dejar a un lado este alto consumo de información y apostar por una mayor formación de los padres. Hacer que el criterio de los mismos crezca y aprendan a cuestionarse si todos estos datos que encuentran con el chasquido de un dedo es útil o hay una segunda vía para resolver el problema. ¿Y quiénes han de liderar este cambio de prisma?
Foro de la Familia señala la importancia que pueden tener los expertos en distintos campos. Pediatras. Psicólogos y otras personalidades pueden servir de ayuda a los padres antes que un blog que evidencie una falta de evidencia en la que sustentar sus datos. Otros parientes que ya hayan experimentado lo que supone ser padres también pueden aportar una buena lección sobre los valores a inculcar a los hijos.
Los padres son quienes deciden
Si bien los parientes que ya han experimentado la paternidad pueden aportar un punto de vista interesante, son los padres quienes deciden. La práctica hace al maestro, por lo que el resto de familiares debe tener en cuenta estos aspectos:
– Roles complementarios. El pariente que apoye debe tener en cuenta que los hijos no son suyos y que por lo tanto el modelo que se ha tomado quizás no concuerde del todo con su punto de vista. Pueden dar su opinión, pero no imponerla.
– Nada de comparaciones. Se puede dar una opinión, pero no comparar. Lo que en un caso ha funcionado, no tiene por qué repetirse. Cabe recordar la importancia de la formación frente a la información. Un dato suelto no sirve de nada, hay que entender el contexto de cada familia.
– Seguir las normas. No, tíos y abuelos no están para malcriar a los sobrinos o nietos. Mostrarse contrario a la opinión de los padres solo confundirá a los hijos. Hay que respetar el modelo elegido y, cuando se les confíe el cuidado de los niños, seguir las reglas previamente expuestas.
Damián Montero
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