La llegada de un hermanito, un nuevo miembro a la familia, es siempre una noticia llena de ilusión y expectativas. Cuando tenemos más hijos, el embarazo ya es una experiencia conocida, y suele vivirse con más tranquilidad. A pesar de esto, una de las incógnitas más frecuentes que nos surgen son acerca del que a partir de ahora será el hermano/a mayor. ¿Cómo va a vivir esta nueva incorporación el que será hermano mayor? ¿va a sufrir el temible «síndrome del príncipe o princesa destronado/a«? ¿va a tener celos?
Para un niño/a, tener un hermanito siempre conlleva variaciones. Todos en la familia tenemos que adaptarnos a las nuevas circunstancias, y los más pequeños son los que más pueden sufrir estos cambios. Como padres, podemos hacerles más sencilla esta transición, de manera que ellos también vivan esta nueva etapa con ilusión.
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La llegada de un hermanito: empezar desde el embarazo
Comenzar a tratar el tema con el que será hermano/a mayor desde el embarazo puede facilitar mucho las cosas. Estas propuestas te pueden ayudar para no perder de vista a los que van a ser hermanos mayores e iniciarles en este cambio de rol tan importante.
1. Anticiparles lo que va a ocurrir: seguro que aun guardamos sus ecografías y la ropita que usaba de recién nacido, así como fotos de sus primeros días de vida. Poner imágenes reduce la incertidumbre, facilita la creación de una imagen mental de lo que va a ser. Además, podemos explicarles que como ellos cuando nacieron, el nuevo hermanito va a necesitar muchos cuidados, por ser tan pequeño, y todos podremos colaborar.
2. Crear vínculo desde el principio: podemos sacar algún momento en el día para que nuestro pequeño se recueste sobre la tripa y hable con el bebé de lo que le apetezca. También podemos animarle a hacerle algún dibujo, donarle algún peluche, ver las ecografías o tomar alguna decisión, como el color de las paredes del cuarto del bebé. De esta manera, el pequeño sentirá que ya tiene una relación con el bebé que va a nacer.
3. Él/ella también es importante en el hospital: el bebé puede «traerle» un regalo a su hermano mayor. Trataremos de que las visitas le tengan en cuenta cuando acudan a conocer al bebé, que no toda la atención recaiga sobre el recién nacido.
4. El papel de la pareja: con el nacimiento, la naturaleza impera, y la mamá dedica prácticamente todo su tiempo al nuevo bebé. Por ello, nuestra pareja es el mejor aliado para no desatender al hermano/a mayor. Es el momento de tener tiempo en exclusiva, hacerle sentir también muy importante, de esta forma facilitaremos la transición de roles, si además previamente le hemos anticipado que mamá va a tener que estar muy pendiente del bebé.
5. El tiempo es oro: a pesar de tener que estar pendiente del bebé, podemos encontrar algún momento para compartir con el mayor a solas. También puede ayudarnos con las cosas del bebé, como a colocar la ropita, ponerle el babero, y enseñarle sus peluches preferidos. Dejarle crear el vínculo con su hermano le hará verle como un aliado, y no alguien que nos quita nuestro espacio.
A pesar de todo, los celos por el nuevo hermanito son frecuentes, y no tienen por qué ser preocupantes, siempre que los atendamos bien, desde el cariño y la comprensión. Aprender a compartir es una lección vital por la que en algún momento todo niño tiene que pasar, y los hermanos son la mejor manera de vivirlo.
Blanca Santos. Psicóloga infanto-juvenil de Psicólogos Pozuelo. Experta en Psicología del Apego, vínculo primario, y primera infancia
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