La última celebración del Foro de Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón ha contado con la presencia del juez Emilio Calatayud. El magistrado es una de las figuras más conocidas en España, tanto en el ámbito de la Justicia como en el de la educación familiar. Muy conocidas son sus sentencias de menores con las que en lugar de penas, ha impuesto servicios de trabajos comunitarios.
Por supuesto, durante su paso por este foro, Calatayud no ha dejado pasar la oportunidad de recordar a los padres la importancia de educar en valores. El magistrado cree que en una época en la que las nuevas tecnologías presentan tantas amenazas a los menores, los progenitores deben hacer valer más su autoridad con el fin de asegurar el bienestar de sus hijos.
Educar en valores
En su ponencia llamada Educar es el futuro, Calatayud apuesta por la escuela como lugar en el que «deben estar los hijos». En este sentido destaca la importancia que tienen los deberes para los más pequeños ya que los niños tienen que trabajar porque el esfuerzo es bueno a la hora de enseñar a la juventud. En este punto destaca que por supuesto, también tiene que existir un lugar para la diversión, aunque según el magistrado siempre es mejor divertirse en un parque que con una videoconsola.
Calatayud también insistió en la necesidad de recuperar la figura de autoridad que deberían tener los padres. En este punto, el magistrado destacó que los progenitores no deben ser amigos de sus hijos. En cuanto a la educación en valores, también señaló la banalización de algunas conductas peligrosas en los jóvenes, como por ejemplo el consumo de alcohol.
Cuidado con las nuevas tecnologías
La participación de Calatayud en este foro también sirvió para destacar el peligro que tienen las nuevas tecnologías para los menores. El magistrado destacó que estas son un instrumento que puede hacer que un niño se vea envuelto en un delito, tanto como víctima como autor del mismo. Por ello recuerda a los padres la necesidad de ejercer su autoridad y revisar el contenido de los móviles de sus hijos, una revisión sin que el menor se dé cuenta y enfocada a asegurarse de que todo va bien.
A los padres también recuerda el decálogo que no deben seguir, si buscan conseguir que sus hijos terminen por ser delincuentes:
– Dar al niño todo lo que pide.
– Evitar la educación espiritual hasta el niño la pida.
– Reír cuando el niño diga palabrotas.
– No regañar nunca al niño.
– Recoger lo que tire al suelo y ocuparse de sus tareas.
– Dejarle leer todo lo que quiera.
– Discutir delante del niño de forma violenta.
– Darle todo el dinero que pida.
– Satisfacer todos sus deseos con presteza.
– Ponerse de su parte siempre que exista un conflicto con los profesores.
Damián Montero
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