El mes de mayo, dedicado a la Virgen María en muchas culturas y tradiciones católicas, es un momento especial para vivir con los niños. Coincide con la belleza de la primavera, donde los días se alargan y la naturaleza se despierta con exuberancia. Para los más pequeños, es una oportunidad emocionante de celebrar la vida y la renovación.
Vivir con los niños el mes de mayo supone participar en diversas actividades religiosas y culturales, desde la elaboración de altares o pequeñas romerías hasta la creación de manualidades inspiradas en la Virgen María.
Es también un momento ideal para hablarles del amor maternal y la compasión, valores que la figura de María simboliza para muchos.
Además, el mes de mayo suele estar lleno de flores, lo que brinda la oportunidad perfecta para salir a la naturaleza y enseñar a los niños la importancia de cuidar y apreciar el entorno que nos rodea.
Actividades para celebrar el mes de la Virgen en familia
El mes de mayo nos ofrece a las familias una oportunidad única para celebrar la vida, la fe y el amor en todas sus formas.
1. Hacer una romería
Las romerías forman parte de nuestra tradición popular. Son “visitas” a algún enclave mariano, vinculado a la Virgen. Puede ser una imagen de la Virgen, una ermita, un santuario… Aunque se puede hacer una romería en cualquier lugar, en medio de la ciudad o en nuestro barrio, es muy habitual elegir un sitio que esté en el campo y que sea una pequeña excursión con la familia y los amigos. Podemos llevar comida para pasar un rato juntos al terminar esa visita. Se suele aprovechar para rezar el rosario, una oración dedicada a la Virgen, durante el camino. En muchos pueblos, los días de romería son días muy festivos, con cantos y danzas populares y comida en comunidad en el campo.
2. Rezar juntos una oración
Las oraciones a María son especialmente bonitas y se quedan para siempre en el recuerdo de nuestros hijos, que se sentirán arropados por la Virgen. Hay preciosos libros que recogen oraciones, algunos dedicados en particular a María y a cómo festejar este mes que le dedicamos. Además, podemos hacer el ejercicio de crear nosotros en familia nuestra propia oración y contarle a la Virgen lo que queramos.
3. Recoger flores para la Virgen
En el campo o en ese descampado que se ha llenado de flores silvestres de muchos colores. Lo importante es tener el detalle de hacer un pequeño ramito para que nuestra madre del cielo sepa que nos acordamos de ella. Y lo ponemos con todo el cariño cerca de alguna imagen de la Virgen que tengamos en casa para que esté muy presente en nuestro día a día.
4. Preparar flores con alguna manualidad
Una idea muy buena para pensar en la Virgen, celebrar el mes de mayo y tener a los niños entretenidos en alguna de esas tardes que está siendo demasiado larga: pensamos en manualidades para hacer flores. Podemos utilizar plastilina, papel maché o idear cómo pintamos con distintas técnicas unas flores. Después, se las ofrecemos a la Virgen que tengamos en casa.
5. Conocer mejor a nuestra Madre
La historia de la Virgen María nos toca el corazón. Por eso es tan importante conocerla de cerca. Podemos utilizar libros que nos cuentan quién es nuestra Madre y que ayudarán a nuestros hijos a querer imitarla.
6. Ofrecer cada día un compromiso a la Virgen
De la misma manera que en Adviento y en Cuaresma, solemos prepararnos con compromisos que ofrecemos a Jesús, mayo es un mes fantástico para ofrecer también compromisos a la Virgen y para que nuestros hijos aprendan a pedirle ayuda para llevarlos a cabo. Los podemos escribir en un papelito y dejarlos a los pies de su imagen. Cada noche revisamos si los hemos podido cumplir y, si no es así, nos encomendamos a Ella para que nos ayude al día siguiente.
Maria Solano. Profesora de la Universidad CEU San Pablo y directora de la revista Hacer Familia
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