Las vacaciones de verano aseguran mucho tiempo libre que puede invertirse en distintas labores. Desde iniciar un cursillo para mejorar un idioma o aprender destrezas como la informática, hasta ponerse en forma. Es mucha la oferta deportiva que puede disfrutarse en verano y en la que puede participar todos los miembros del hogar para mejorar el vínculo entre padres e hijos.
Desde cursos de natación en verano hasta rutas en la playa a la que se acude en familia, pasando por rutas de senderismo. En función de los gustos de todos los miembros del hogar, se podrá decidir una u opción, o aprovechar los destinos turísticos a los que hayan acudido todos.
Senderismo
Durante el curso escolar y el horario laboral, muchas son las horas que los miembros del hogar pasan en casa y en la jungla de asfalto que es la ciudad. Humos de tubos de escape, ruidos de coches. El turismo rural puede ser una buena alternativa para cambiar de ambientes. Son muchos los hoteles en plena naturaleza que ofrecen multitud de actividades.
Entre las opciones de estas localizaciones está el senderismo. Caminar asegura grandes beneficios como la mejora de la salud cardiovascular, alivia posibles dolores y mejora la calidad del sueño. No solo a nivel físico se asegura un buen estado de forma, también la mente se recupera gracias a estas actividades. Moverse en un entorno natural asegura un menor nivel de estrés.
Natación
Muchos centros deportivos ofrecen cursos de natación para que toda la familia pueda participar de distintas formas y con actividades adaptadas a su nivel y forma física. Una práctica muy recomendada para miembros con movilidad reducida como las embarazadas, quienes pueden beneficiarse de que en el agua el peso se reduce hasta un 10% del que tienen en la superficie.
Además la natación pone en movimiento todos los músculos al mismo tiempo, por lo que es un ejercicio que ayuda a mejorar la coordinación del cuerpo. Es por este motivo que se recomienda que los padres participen en la piscina junto a sus hijos más pequeños para potenciar esta habilidad en ellos.
Caminar por la arena
Aunque parezca una actividad sin mucho esfuerzo físico, aprovechar las visitas a la playa para caminar por la plata es una gran idea. Tal y como indican desde la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología esta práctica tiene grandes beneficios como mantener la línea, ya que al igual que otras actividades estos paseos queman favorecen la quema de calorías.
Por otro lado, caminar por la playa mejora el riego sanguíneo y tonifica los músculos. Como se ha dicho, no requiere de un gran esfuerzo físico, por lo que cualquiera puede iniciarse e ir mejorando su forma física enfocado a la vuelta de vacaciones para iniciarse en una práctica deportiva de mayor exigencia.
Ciclismo
Existen rutas tanto urbanas como rurales para realizar en bicicleta. Una de las actividades más divertidas y en donde toda la familia puede participar, incluso aquellos que no pueden caminar y que pueden ser transportados en carritos adaptados a las bicicletas de sus padres.
Sin duda, el buen tiempo favorece el uso de esta actividad y si se hace uso de la bicicleta con regularidad, a una intensidad adecuada, todos se beneficiarán de una mejora de la salud cardiovascular y una disminución del 10% del riesgo de mortalidad prematura.
Tal y como indica el Instituto de Salud Global de Barcelona, se ha demostrado que las personas que usan la bicicleta acumulan dos horas de actividad física adicional por semana, algo que ayuda a mantener un peso adecuado, reduciendo el riesgo derivado de un Índice de Masa Corporal por encima de los niveles recomendados.
Damián Montero
Te puede interesar:
– 5 deportes para practicar en familia