Los dispositivos electrónicos, especialmente los teléfonos móviles, se han convertido en la principal puerta de entrada al contenido pornográfico, brindando acceso a una variedad de dispositivos que van desde computadoras hasta tablets y consolas de videojuegos. Esta accesibilidad, combinada con la poderosa influencia de la industria pornográfica, ha creado un escenario donde la exposición involuntaria a la pornografía es más frecuente de lo que podríamos imaginar.
En este contexto, el papel crucial del grupo de iguales como fuente de acceso al consumo de pornografía, que representa el 51,2% de los casos, revela la importancia de entender cómo el intercambio de material pornográfico se ha integrado en el proceso de socialización, especialmente entre los varones.
Sin embargo, el acceso accidental no se limita a las interacciones entre los adolescentes. Cerca del 17,4% de los adolescentes se encuentra con pornografía a través de anuncios o pop-ups en sus dispositivos, añadiendo una capa adicional de complejidad a este fenómeno.
La influencia de otros medios, como el cine, la televisión y las redes sociales, también juega un papel significativo en la difusión del contenido pornográfico. Aunque estos medios no presentan directamente material explícito, los anuncios asociados pueden introducir a los adolescentes a este mundo de manera indirecta.
El fácil acceso a la pornografía
En los últimos años, el uso de pornografía por parte de los adolescentes ha experimentado cambios significativos en comparación con hace tres décadas debido a la accesibilidad fácil al contenido, al bajo costo o distribución de forma gratuita y la capacidad de acceder a él de manera anónima.
Considerando que el 99,6 por ciento de las personas entre 16 y 24 años utilizan internet, el uso de pornografía se ha convertido en una actividad cada vez más común entre los jóvenes. Se estima que, en promedio, los niños obtienen su primer teléfono móvil alrededor de los once años, y un considerable 62 por ciento ya tiene un perfil en plataformas como Instagram o TikTok.
Es importante destacar que el uso de internet experimentó un aumento durante el confinamiento ocasionado por la pandemia del COVID-19, y las estadísticas de las plataformas pornográficas indicaron un incremento significativo en el acceso a estos contenidos en marzo de 2020. Sin embargo, la falta de datos específicos en adolescentes limita nuestra capacidad para estimar con precisión los cambios a largo plazo en el consumo de pornografía después de la pandemia del COVID-19.
Guía gratuita para familias: Adolescentes y uso de pornografía
Con el objetivo de que las familias puedan detectar y prevenir este uso, expertos sanitarios de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), en colaboración con el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y la Asociación Dale una Vuelta, han desarrollado una guía gratuita con herramientas e ideas prácticas para las familias.
Para Isabel Diez Vial, directora del Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI), que se enmarca en el Vicerrectorado de Desarrollo e Impacto Económico y Social de la UNIR, «la educación de la dimensión afectivo sexual es crucial en cualquiera, más si cabe, en esta población joven que queremos atender prioritariamente. Cada vez es más urgente llegar a tiempo. Anticiparse es fundamental para prevenir. Con esta intención se ha trabajado esta guía, con el objetivo de ser una ayuda para aquellos padres que quieren comprometerse más en el bienestar emocional de sus hijos».
El Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid también ha participado activamente en esta guía porque, en palabras de su decano-presidente José Antonio Luengo «no podemos esperar más. (…) Es imprescindible actuar cuanto antes y hacerlo con criterio técnico».
Jorge Gutiérrez, director de la Asociación Dale una vuelta, explica lo que está ocurriendo diciendo que «la pornografía, en este ecosistema, ha encontrado su hábitat perfecto. Ofrece mucha satisfacción en muy poco tiempo. Nadie, aparentemente, da más por menos. También es cierto que nadie quita más sin que uno apenas se dé cuenta… Las peores adicciones son aquellas que no se consideran adicciones». Y añade que «esta GUÍA es sencillamente una guía, un recurso para enseñar a volar, a vivir, a decidir. Un excelente recurso con muchas herramientas para que tu hijo, tu hija, sea capaz de tener un criterio propio sobre la gran diferencia que existe entre la pornografía y la sexualidad; en el fondo, entre una vida centrada en sí mismo o en los demás».
Por todo esto, esta guía pretende orientar y ayudar a los padres en esta tarea que, a priori puede dar miedo,parecer tediosa, difícil, incómoda y peligrosa,pero la realidad es que los hijos agradecenque sus padres les cuiden, sean referencia y les den una formación sexual coherente con la realidad que viven.
Marisol Nuevo Espín
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