La semana está repleta de obligaciones, tanto para los padres como para sus hijos. Por un lado, están los quehaceres del trabajo y del colegio, por el otro las labores necesarias para el buen funcionamiento del hogar. En definitiva, salvo la cena y los momentos posteriores a la misma, así como el desayuno y el almuerzo, o los trayectos a las extraescolares, no queda mucho para disfrutar y compartir tiempo en familia.
De esta forma, el fin de semana se convierte en un oasis para disfrutar juntos de todo lo que no ha podido en el resto de días. Pero pareciera que desde que el viernes se llega a casa, hasta que el lunes vuelve a sonar el despertador, el tiempo pasa volando. No queda otra, hay que aprender a gestionar estas jornadas para pasarlo lo mejor posible, al tiempo que se recuperan fuerzas.
Descansar
De nada sirve comenzar el fin de semana sin descansar. Por mucho que se quieran aprovechar estos días para hacer miles de actividades, cuando falten las fuerzas las ganas menguarán y lo que es peor, se comenzará un lunes sin las pilas recargadas y más usadas todavía. Por ello hay que tener en cuenta este factor para poder arrancar con buen humor y energía.
El sábado, por ejemplo, no es necesario despertarse tan temprano como en la semana. Aprovechad este día para recargar las pilas y tomarlo con tranquilidad. ¡Aunque esto no quiere decir que haya que estarse quietos! Tan pronto como el descanso se note en el cuerpo, es el momento de salir a pasar tiempo en familia. ¿No pensaréis quedaros en la cama hasta la tarde, verdad?
Dejar las tareas preparadas
Procrastinar durante la semana no es recomendable si se busca disfrutar del finde. Los «ya lo haré luego» terminan en una pila acumulada a la que solo se puede hacer frente sacrificando tiempo en familia. ¿Cuál es la solución? ¡Evitar que se amontonen estas labores! Tanto si son tareas domésticas, como deberes, hay que tratar de que, una vez llegado el viernes, todo esté listo.
Pero ojo, esto no quiere decir que deban eludirse las responsabilidades. Quizás toque quedarse en casa estudiando de cara a un examen, o haya algunas otras obligaciones relacionadas con el hogar que no puedan saltarse.
Hacer una lista
El fin de semana solo tiene dos días que se puedan disfrutar plenamente, sábado y domingo. Por eso, lo mejor es hacer una lista en la que todos empiecen a decir qué les gustaría hacer. De esta forma, se podrán priorizar algunas sobre otras, teniendo en cuenta cuántos miembros de la familia están de acuerdo. El próximo finde, se podrá aprovechar para lo que haya quedado por hacer.
De esta forma, nadie quedará descontento. Por otro lado, también hay planes que pueden desarrollarse, de manera más apropiada, en una fecha que en otra. Por ejemplo, se puede priorizar la visita a un museo en donde haya una exposición temporal, o acudir al cine para ver una película antes de que la retiren de cartelera.
Damián Montero
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