Las vacaciones suponen un oasis para compartir experiencias en familia y construir espacios de juego, de relación entre padres e hijos, entre hermanos…, de socialización y de aprendizaje para los niños. Con el inicio de las vacaciones escolares llega el tiempo de ocio, de descanso, y sobre todo, el momento para disfrutar con la familia.
Pero, ¿qué podemos hacer con todo este tiempo que tenemos por delante? Partiendo de la necesidad de movimiento de los niños, podemos aprovechar lo que nos ofrece el entorno para jugar con ellos. Por ejemplo, dando paseos por la playa o la montaña se pueden generar retos, como cuando hay un terreno irregular o cuando aparecen obstáculos para esquivar.
También se pueden realizar propuestas de movimiento en casa, adaptando el mobiliario para que los niños puedan subir, bajar, saltar o pasar por debajo de él.
Experiencias en familia
Disfruta de tus hijos este verano con estas ideas para tener experiencias inolvidables con ellos:
¿A qué jugamos hoy?
Durante las vacaciones, al igual que el resto del año, el juego sigue siendo la actividad más importante para el desarrollo de los niños. A través del juego se relacionan los conocimientos adquiridos con otros de nuevos y se favorece el desarrollo cognitivo, social y emocional, formando al mismo tiempo procesos de aprendizaje. También desarrollan su imaginación y su capacidad creativa, resuelven conflictos, experimentan y aprenden sobre lo que les rodea.
Tiempo de calidad: estar presentes
Compartir ratos con el niño y pasar tiempo de calidad con ellos es tan sencillo como sentarse con él y cantar una canción o mirar un cuento. Antes de acostarse, por ejemplo, puede ser un buen momento para compartir la lectura de un libro o para contar una historia. Se trata de una buena forma de incrementar su vocabulario y estimular su imaginación.
Tareas de casa: cómo hacerlo mejor cada día
Otra actividad sugerida es encargarles pequeñas tareas en casa. A los niños les gusta ayudar, aunque sea en pequeñas acciones. Podemos darles las agujas de tender, llevar o sacar un plato de mesa, guardar ropa en el cajón, poner la ropa sucia en el cubo, recoger los juguetes, ayudar a poner o meter mesa o regar una planta.
Álbum de fotos del verano
Y al terminar el verano, ¿por qué no hacer juntos un álbum con todo lo que habéis hecho estas vacaciones? Se puede realizar conjuntamente y repasar todas las actividades que se han hecho en familia.
Desconexión en familia
El verano debería ser un buen momento para desconectarnos de las pantallas y aprovechar para fortalecer las relaciones. Es importante que el niño sepa que estamos presentes, que no hay otros factores o tareas que nos distraigan.
Ratos sanos de aburrimiento también
En cualquier caso, debemos tener presente que no es imprescindible rellenar todo el tiempo con actividades y propuestas, ya que los niños y niñas no deben tener todo el tiempo organizado. Al contrario, es necesario que se aburran, porque cuando un niño no sabe qué hacer, aparece la creatividad y la imaginación.
En una sociedad en la que todo pasa muy rápido es crucial dar al niño momentos de pausa para que pueda crecer emocionalmente. Los niños, también en verano, necesitan mantener las rutinas, como las del sueño o de las comidas. Las rutinas les dan seguridad y, aunque en tiempos de vacaciones podemos flexibilizarlas un poco, no debemos olvidar que estas son necesarias para que puedan establecer un orden y una predicción de las cosas.
Las vacaciones deben convertirse en un tiempo para compartir experiencias y para construir espacios de juego, de relación, de socialización, y también de aprendizaje. En
definitiva, tiempos y momentos únicos.
Marina Berrio
Aseoramiento: Cavall de Cartró
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