La familia es uno de los focos de valores más importantes en la vida de los hijos. Entre las muchas enseñanzas que se pueden transmitir a los niños, el cuidado del medio ambiente es una de las más necesarias. Para empezar, porque solo tenemos este mundo y hay que dejarlo lo mejor posible a las nuevas generaciones. Por otro lado, es que el entorno tiene un papel muy importante para nuestra salud.
Por ello, desde el Hospital Sant Joan de Déu animan a las familias a participar en el cuidado del planeta. Es importante ser conscientes y reducir los factores que puedan impactar en el medio ambiente y perjudicarlo. Con este fin, se ofrece un decálogo con el que todos en casa puedan comprender la necesidad de cuidar de nuestro entorno y de sus beneficios.
Cómo impulsar una cultura medioambiental
Este es el decálogo que los profesionales del Hospital Sant Joan de Déu ofrecen para impulsar una cultura medioambiental en casa:
– Tomar consciencia. Todos en casa deben conocer las consecuencias de no cuidar el medio ambiente, y de los efectos que tiene en nuestra propia salud.
– Disminuir la contaminación atmosférica. Hay que velar por reducir el uso de los vehículos de forma innecesaria y potenciar la movilidad activa y sostenible (a pie o en bicicleta), ya que al mismo tiempo que disminuimos la emisión de partículas contaminantes aumentamos nuestra actividad física y la de los hijos.
– El embarazo es una gran oportunidad. La gestación puede ser una buena etapa para adoptar nuevos hábitos saludables y evitar la exposición a riesgos ambientales (alimentación, cosmética, productos de limpieza,… ) que pueden tener consecuencias negativas en el feto y en generaciones futuras.
– Alimentación sostenible. Apostar por conseguir una dieta saludable a la vez que reducimos el impacto medioambiental que comporta, basada en alimentos de temporada y evitando las compras abusivas.
– Aprender a cuidar de un bien tan necesario como es el agua y no malgastarlo. Nada de derroches en este sentido.
– Reducir el ruido. La contaminación acústica también existe y podemos hacer mucho para reducirla: bajar el volumen del televisor
– Ventilación. Una ventilación diaria de pocos minutos puede evitar esta acumulación de partículas y sus posibles efectos.
– Renaturalización. El contacto con la naturaleza aporta claros beneficios en la salud infantil y en el aumento de la actividad física.
– Planificación urbanística. Desde la compra, hasta cómo llegar a los lugares como el supermercado, el trabajo, o el colegio. ¿Cómo puede reducirse nuestro impacto?
– Los pequeños cambios son poderosos. A medida que la familia toma conciencia de cómo mejorar nuestra salud medioambiental también observará que queda mucho trabajo por hacer.
Damián Montero
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