La crianza de un niño es cosa de ambos progenitores. Ya sea por tradición, o por miedo, los padres pueden quedarse un poco rezagados en este sentido. Sin embargo, cuando los padres tienen un papel activo en el desarrollo de sus hijos, el resultado para toda la familia es bastante alto. Un aspecto en el que inciden desde Unicef, quienes explican la importancia de esta figura.
Y es que cuando el padre está presente el cuidado y crianza de sus hijos, esto tiene un impacto positivo en el crecimiento y bienestar de los más pequeños. Estas actividades no deben centrarse en tareas como el juego, sino que hay que tener en cuenta todo lo que conlleva estar junto a los niños. Si quieres saber cómo puedes contribuir al desarrollo de tus pequeños, estos son algunos motivos que debes tener en cuenta.
¿Qué es la paternidad activa?
La paternidad activa es en aquella en donde el padre participa en todas las tareas de cuidado de sus hijos. Salvo en algunas actividades como la lactancia materna (en donde también puede aportar su granito de arena, no hay labor en donde el hombre no pueda participar. Desde la lectura de historias, hasta el baño, y otras rutinas de higiene para los más pequeños.
Los padres deben poner su voluntad a la hora de participar activamente en la crianza de sus hijos. Y es que su presencia es muy importante en todos los momentos del desarrollo y crianza de los niños. Estas son algunas ideas en este sentido:
– Participar e involucrarse en el cuidado diario y la crianza de los hijos desde el embarazo.
– Compartir responsabilidades con la madre. El cuidado de los hijos debe estar presente en tareas simples.
– Cuida la salud de los hijos y estar presente en el seguimiento a controles de salud, vacunaciones y atención de enfermedades.
Beneficios de la paternidad activa
Cuando el padre está involucrado en la crianza de su hijo, con una presencia de calidad, el impacto ocurre en varias áreas. Por ejemplo: en el desarrollo socioemocional, en la salud mental. Se ha comprobado también en la adolescencia, período en el cual, gracias a una presencia y guía paternal, hay menos riesgos de presentar conductas de riesgo por parte de los jóvenes.
Que el padre esté involucrado ayuda a que niños crezcan con actitudes más igualitarias en términos de género. Por ejemplo, cuando ven al papá involucrado en la crianza o en las tareas domésticas, los niños participan más en ese tipo de tareas domésticas y además tienen actitudes menos machistas. En el caso de las mujeres, también hay estudios que muestran que cuando el papá está involucrado, las niñas crecen más con una mayor autoestima.
Damián Montero
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