Llegaron las vacaciones de verano. Un periodo de descanso para recuperar fuerzas antes de la vuelta a las clases. Al mismo tiempo supone un reencuentro de los padres con los más pequeños de la casa tras meses de trabajo y colegio. Si bien no hay que descuidar otras responsabilidades, estas fechas pueden ser aprovechadas para pasar tiempo de calidad en familia.
Una buena idea para aprovechar este tiempo en familia es el juego. Una opción muy divertida para estas fechas. Pero sin embargo, el estrés y las prisas de estas fechas hacen que muchos hogares no encuentren tiempo para estos fines. Pero no hay motivo para renunciar a estos momentos en el hogar.
Aprovechar cada segundo de las vacaciones
Compras y otros compromisos hacen pensar que es imposible disfrutar del juego en familia. Pero la organización y la planificación pueden hacer que este tiempo entre todos sea real durante estas fechas tan especiales:
– Planificar la agenda. Es cierto que las vacaciones invitan a olvidarse de horarios y planificaciones. Pero gestionar el tiempo y cumplir con lo pronosticado permitirá que podamos reservar horas del día a pasarlas con los hijos.
– Aprovechar cada momento. Cualquier actividad cotidiana puede convertirse en un juego. Por ejemplo la preparación de la cena puede servir para que todos imaginen ser los chefs de un restaurante y convertir la obligación en algo divertido.
– Centrarse en los hijos. Cuando toque juego, esta actividad es lo más importante. Salvo caso de extrema urgencia hay que enfocar energías y atenciones en estos momentos.
– La importancia de los días especiales. Aprovecha los cumpleaños o santos de los miembros de la familia para celebrar en casa. Momentos especiales para el niño que pueden utilizarse para estrenar regalos, pasear por la ciudad, etc.
– No quedarse en casa. Después de meses de trabajo quizás inviten a quedarse en casa descansando en el sofá. Pero hay que animarse y salir junto a los niños a disfrutar fuera de las 4 paredes. Sobreponerse a este amodorramiento es vital.
– Planes para el calor. En esta época del año es posible que el calor excesivo haga acto de presencia impidiendo el disfrute fuera de casa. Juegos de mesa, un teatro improvisado, preparar alguna receta… Hay que tener planes para estos momentos.
Beneficios del juego en familia
Ya sea en vacaciones o el resto del año, el juego es una actividad de la que no se debe prescindir. No son pocos los beneficios que reportan estas prácticas:
– Fomenta la autoestima. Con el juego compartido padres e hijos interactúan de un modo único, algo que les aporta seguridad.
– Fomentan situaciones positivas de apego y seguridad, lo que facilita el intercambio de experiencias y le aporta tranquilidad
– Estimulan las habilidades sociales y emocionales. La familia es el primer entorno donde el niño desarrolla una imagen de sí mismo y del mundo en el que vive. Estas interacciones que se dan en el juego familiar mejoran las relaciones sociales y ayudan a explorar estas habilidades.
– Favorece el control emocional. Con estos juegos los niños aprenden a influir en otros y también a regular y controlar sus emociones. También empiezan a reconocer las señales afectivas y a interpretar las emociones ajenas.
– Fomenta la creatividad y el éxito escolar. El ambiente que se crea con el juego hace posible que el niño se relacione de una forma creativa con el mundo. Su imaginación se favorece y su capacidad de razonar.
– Jugar en familia ayuda a mejorar la competencia social.
– Favorece la atención del niño. La interacción con sus progenitores en el juego aumenta la capacidad de concentración del pequeño.
– Potencia la actividad infantil. Compartir tiempo de juego con los hijos convierte las experiencias pasivas en activas y placenteras y elimina los sentimientos negativos asociadas a las primeras.
– Promueve la felicidad infantil. De hecho, está demostrado que los padres que se implican bastante en el juego de sus hijos tienen muchas más probabilidades de criar niños felices.
Damián Montero
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