El papel de la mujer en el hogar ha cambiado en los últimos tiempos. Si antes su rol se reducía al cuidado de los más pequeños de la casa y al mantenimiento de la misma, su accesso al mundo laboral ha hecho que tenga un mayor peso en el sustento económico de la familia. De hecho, en estas últimas décadas su importancia se ha triplicado tal y como indica el informe de la Fundación Ramón Areces.
Un reflejo del cambio de la sociedad y de las necesidades de la misma. Por ejemplo el aumento del peso de la mujer en el sustento económico del hogar ha provocado que la conciliación sea una mayor necesidad de las familias españolas. Una muestra más de la necesidad de apoyo a estos núcleos.
La familia en el S.XXI
En este 2019 el peso de la mujer como pilar económico de los hogares españoles casi se ha triplicado desde 1980 y representa el 33,6% del total. Si bien el rol del hombre en la actualidad sigue siendo el pilar financiero de las familias, el acceso de la mujer al mundo laboral es innegable, haciendo más difícil crear un núcleo estable en donde se asegure el cuidado de los hijos.
El acceso de la mujer al mundo laboral sin una apuesta por la conciliación ha llevado aparejada un descenso de la natalidad. Muestra de ello es otro dato de este informe: desde 1973, pero el número de hogares se ha duplicado, al pasar de 9 millones a 18,5 millones en 2017.
Mientras que en 1980 los hogares con cinco miembros o más eran casi el 30% de los existentes, esta cifra no llega al 6% actualmente. El peso de los hogares con hijos se ha reducido más de 20 puntos porcentuales, al pasar del 68,5% al 46,6%. De hecho, la tasa de fecundidad ha pasado de los 2,84 hijos por mujer en 1970 a 1,33 en 2016.
Medidas por la conciliación
Ante este panorama y el previsible aumento del rol de la mujer como sustento económico, se hacen necesarias medidas por la conciliación como las siguientes:
– Plantear jornadas laborales flexibles con las que cualquiera de los padres puedan adaptar las necesidades de cuidado de su hijo a su jornada.
– Igualar los permisos de paternidad y maternidad para que no sea la madre quien se encargue exclusivamente del cuidado de los más pequeños.
– Defender la conciliación como un derecho de todas las familias y una necesidad que deben tener en cuenta los gobiernos dado el nuevo paradigma social.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Madres y trabajadoras, los malabarismos de la conciliación
– Gestionar el tiempo para conciliar mejor el trabajo con la familia