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Alma Obregón: «Me costó muchos años tener una relación sana con la comida»

Alma Obregón: "Me costó muchos años tener una relación sana con la comida"

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Nos encanta su sonrisa y su derroche de energía positiva, nos enamoró con sus cupcakes, su pasión por la repostería y su interminable lista de nuevos emprendimientos entre los que destaca también ahora la creación de una línea de ropa infantil. Porque Alma Obregón, también conocida como Alma Cupcakes, además de repostera y experta en Comunicación Audiovisual, ahora también es mamá de tres peques.

En su último libro Disfruta de la repostería, recetas dulces que siempre salen bien (Planeta), Alma destierra todos los temores de los cocinitas que temen que los pasteles no suban o que las tartas no estén bien decoradas. En esta entrevista, nos ha revelado que el running le salvó la vida y que su familia es ahora lo más importante en su vida.

Las recetas dulces de Alma Obregón (Alma Cupcakes)

¿Cuál fue el primer postre que hiciste y de dónde surgió esa pasión por los cupcakes?
Los primeros postres los hice junto a mi madre cuando era pequeña porque ella es una gran cocinera y tengo el recuerdo siempre de probar la crema pastelera y quemarme la lengua porque siempre la probaba cuando todavía estaba demasiado caliente. Pero mi pasión por la repostería empezó con la fiebre de los cupcakes, los probé estando en Londres y luego cuando estaba estudiando fuera en Alemania para pasar el tiempo empecé a hacer repostería y fue cuando dije ¡voy a intentar hacer cupcakes! y así me enamoró la repostería, fue un flechazo y desde entonces me he parado.

De entre los sabores dulces, ¿cuál es tu favorito? ¿La nata, el chocolate, la vainilla?
Difícil elegir, porque soy súper golosa, pero creo que el chocolate es una de mis pasiones. La vainilla también me encanta. La mantequilla de cacahuete, aunque no es un sabor dulce como tal, es un ingrediente que me encanta y lo tengo ahí como un antojillo.

¿Hay algún postre con el que no te has atrevido todavía?
Bueno, yo creo que no hay postre con el que no me haya atrevido todavía, porque postre que veo, postre que intento hacer o que intento producir. Por ejemplo, los macarons en su día, cuando empecé a prepararlos, eran como mi caballo de batalla, o sea, siempre me daban problemas. Hasta que realmente conseguí cogerles el truco, lo hago mil veces hasta que me sale.

Supongo que tus hijos tendrán siempre una tarta tuya en su fiesta de cumpleaños…

Mis hijos tienen siempre una tarta mía en su fiesta de cumpleaños

Y de hecho, suele ser un momento bastante esperado para ellos porque, bueno, siempre me dicen cómo la quieren y no quieren verla hasta el momento del cumpleaños. Les hace mucha ilusión y a mí también, me encanta hacerles la tarta de cumpleaños.

¿Podrías dar algún consejo a las mamás para que se atrevan a hacer sus propias tartas de cumpleaños para sus hijos?
Buscar una receta que nos salga muy bien para no estar nerviosas. Y luego buscar una decoración que sea lo más sencilla posible y a partir de ahí personalizarla para los gustos del peque. Lo fundamental es no complicarse muchísimo para no ponernos presión adicional de con una receta o una decoración muy complicada, porque ellos lo van a disfrutar un montón.

Eres una gran emprendedora, has hecho un montón de cosas, pero ¿cuándo sentiste realmente que habías triunfado, que te habías hecho famosa?
Bueno, la verdad es que he llegado al mundo de la pastelería como de casualidad, empezó como un hobby, de repente me empezó a gustar mucho, me apasionó y cuando volví a España, porque estaba estudiando fuera y había hecho un blog, la editorial contactó conmigo para hacer un libro y me llamaron para hacer un programa de televisión. Fue cuando me di cuenta que mis recetas y la forma de comunicar gustaban a la gente y que podía resultar útil para muchas personas que le daba miedo la repostería. Me he formado en Cordon Bleu, he hecho estudios de pastelería, pero como empecé como autodidacta, sí que creo que comprendo a la persona que se encuentra frente a una receta por primera vez y eso ayuda. Entonces, cuando volví del extranjero y vi que aquí de repente me conocía la gente, fue un shock la verdad.

¿Qué pasó cuando te llamaron de Masterchef Junior? ¿Fue un antes y un después?
Me hizo muchísima ilusión porque es un reconocimiento. Aparecer en un programa como Masterchef y sobre todo en la versión Junior fue lo más bonito del mundo porque me encantan los peques, yo tengo tres peques. Así que me hizo muchísima ilusión y fue una experiencia única. Estaba súper nerviosa, pero me lo pasé genial, fue muy guay.

Eres periodista, pastelera, runner, influencer, diseñadora de ropa, emprendedora* ¿De dónde sale toda esa curiosidad infinita que te caracteriza?
Soy una persona muy inquieta, me cuesta mucho estar parada y siempre estoy haciendo varias cosas a la vez. No sé si me viene de cuando yo era pequeña, estudié violín y piano a la vez, y mi cabecita siempre está pensando la siguiente cosa. Me gusta estar muy activa, tanto a nivel físico, haciendo deporte, como en lo que hago. Me gusta mucho mi trabajo y le dedico mucha pasión.

¿Qué crees que le gusta más ahora a tu público: verte hacer recetas, conocer algo de tu vida, el running, el trabajo en tu tienda?
Yo creo que la gente me sigue mucho por las recetas, pero a la vez creo que a muchas personas les ayuda ver que además de pastelera soy una persona normal, que llevo a mis hijos, al cole, que saco el tiempo que puedo para ir a hacer ejercicio o hacer las cosas que a mí me gustan. Y sí que es verdad que muchas mamás me escriben para decirme, ¡qué bien que sacas un ratito para ti! Entonces yo creo que al final, mola. Ven las recetas, pero también ven la persona que está detrás de las recetas. Y eso también, a la gente le gusta. Y a mí también me encanta porque me siento muy acompañada.

¿Qué fue lo que te llevó a mezclar el contenido de recetas dulces y saladas con la maternidad y deporte?
Cuando comencé el blog, mis recetas siempre iban acompañadas de una historia, de lo que me había pasado ese día. Después en Instagram, para mí era natural no solo explicar la receta, sino también contar qué hacía, lo que hacía, también otros hobbies que tengo, qué si corro, qué si escalo, etc. Luego cuando llegaron mis hijos, para mí lo natural era seguir contando, igual que contaba mi día a día, pues contar cómo me había quedado embarazada, etc. Con el paso de los años, es verdad que cada vez he limitado más lo que voy contando porque, ya me parece que ya mis hijos van creciendo, ellos tienen sus amiguitos y yo tampoco quiero estar contando su vida en las redes sociales, pero bueno, siguen apareciendo puntualmente y ahora estoy intentando otra vez centrarlo más en mí.

Superaste tus problemas con la comida y tu anorexia con el deporte, ¿qué les dirías ahora a todas esas chicas que tienen problemas con la comida y que se ven gordas?
Es duro un trastorno alimenticio, y lo primero es buscar ayuda porque es un pozo muy oscuro, es muy difícil salir, y lo único que les puedo decir es que se salgan, que aunque estén en un momento en el que vean que les parece que no hay salida. Yo, en su momento, pasé una época muy mala. En mi caso fue el running lo que me hizo desconectar de esa realidad en la que yo vivía. Durante el tiempo que estaba corriendo no estaba pensando en si estaba más gorda o menos gorda, si había comido más o menos, y me ayudó mucho a tener otra relación con la comida. Me costó muchos años tener una una relación sana con la comida, pero hoy en día tengo una relación totalmente sana, hoy en día me veo en el espejo y me veo bien. De hecho, lo que les diría es que tengan ánimo y que no desesperen porque se puede conseguir y que merece la pena salir de ahí, merece la pena porque la vida es maravillosa y es una pena cuando estamos metidos en ese pozo de oscuridad.

Una vez superada esa etapa, ¿cómo has conseguido adaptar tu vida a la maternidad, al running y a tu trabajo como influencer?
Cuando conocí a mi marido, mi vida era estar todo el rato trabajando, salir a correr, estar todo el rato trabajando, salir a correr. La maternidad me ha llevado a valorar esos tiempos que hay que tener para la familia, tiempos que tengo que tener para mí, tiempo que dedicarle a mis hijos y no solo estar trabajando, trabajando, un poco de deporte, trabajando, trabajando, un poco de deporte. Lo difícil ha sido conseguir el equilibrio entre la vida familiar, la vida laboral y, adaptar aquellos proyectos personales que a mí me puedan emocionar, como puede ser correr o escalar.

No sé si hay muchas seguidoras que saben que estudiaste Comunicación Audiovisual, ¿eso te ha dado ventaja?
Cuando decidí dedicarme a la repostería, en mi entorno hubo quien me dijo, pero ¿cómo vas a dedicarte a hacer pasteles? ¿Tiras por la borda todos los años de carrera, todo lo que has hecho? Pero resulta que haber estudiado Comunicación Audiovisual, me ha ayudado a poder hacer las fotos de mis libros, soy yo la que grabo los vídeos y los edito. Al final, ser influencer ha sido casi de casualidad, porque yo realmente quería ser una pastelera públicamente. Creo que es maravilloso estar formado en diferentes áreas de conocimiento, porque nunca sabemos. Eso quiere decir que lo anterior que hemos hecho vale, y que todo siempre aporta, todo suma.

La idea de hacer libros surgió muy pronto también…
Sí, porque al final no había ningún recetario de cupcakes en castellano. Cuando yo empecé a hacer cupcakes vi que había un vacío. Entonces, me contactó la editorial para hacer una serie de reseñas sobre unos libros que iban a lanzar y en ese momento le comenté a la editora que yo tenía un recetario y les interesó. Esto fue hace 13 años. Y poco a poco he ido sacando los diferentes libros de temáticas. Pero con el que más emocionada estoy es con el que acabo de hacer.

Precisamente, hablando de este último libro, ¿cómo podemos quitar el miedo a todas esas «cocinitas» que están deseando hacer repostería?
Siempre digo que me resulta curioso que a la gente le dé más miedo la repostería que la cocina salada. A mí me da miedo una receta en la que algo va a ojo, o cuando tengo que adaptar el agua a lo que pida, que es lo que suele pasar con la cocina salada. En mi caso la repostería me da mucha tranquilidad, porque si pesamos todo y usamos la temperatura de horno correcta, o la que nos indican, y el molde, nos va a salir muy bien.

¿Cómo haces para equilibrar ese consumo de azúcar que tanto nos gusta de la repostería en la dieta familiar?
En mi caso, tengo la suerte de que mis hijos no son muy golosos. La golosa soy yo, no sé si es una suerte o un problema. Y a ellos les gusta mucho la fruta. Nosotros, cuando elaboramos un postre, vemos lo que estamos añadiendo, sabemos el contenido que tiene de azúcar o de otros ingredientes y podemos valorar cuánta cantidad debemos comer nosotros o nuestros hijos.

Marisol Nuevo Espín

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