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Cómo adaptar una vivienda para personas mayores

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Cuidar a nuestros mayores es una prioridad. Si no se tiene el tiempo o los recursos, debemos considerar contratar a expertos especializados en el cuidado de personas mayores para que puedan hacerse cargo de su bienestar.

Dentro de este cuidado es importante que hagamos unas modificaciones en el hogar de nuestros mayores para mejorar su calidad de vida, reducir la posibilidad de que se produzca cualquier accidente y facilitar la tarea de los cuidadores.

Sin más preámbulos, vamos a ver algunos consejos sobre adaptación que nos vendrán estupendamente.

Consejos para adaptar una vivienda a personas mayores

1. Adaptaciones en el cuarto de baño

¿Sabías que más del 45% de las caídas de las personas mayores se dan en los aseos? Teniendo en cuenta esta cifra tan escalofriante, es importante hacer las adaptaciones pertinentes para que estas personas puedan asearse sin riesgo.

– Barras de apoyo: estas barras son fundamentales para que la entrada y la salida a la ducha sea más fácil. No solo evitan resbalones, sino que también reduce el esfuerzo para realizar estas acciones.

– Alfombrillas antideslizantes: estas alfombrillas deberían ser colocadas tanto en el interior, como en el exterior de la ducha.

– Instalación de un deshumidificador: la principal razón de que el entorno de un cuarto de baño sea tan peligroso es que la humedad puede hacer que algunas superficies resbalen. Si instalamos un deshumidificador se reducirá la humedad del ambiente, haciendo que el entorno se mantenga en buenas condiciones.

– Colocación de otros elementos: también se debería valorar la idea de colocar un plato de ducha antideslizante (para evitar resbalones) y un asiento de ducha (facilitará el baño). Y no estaría de más tener una silla preparada para poder colgar la ropa.

2. Adaptando el dormitorio

El dormitorio es otra de las zonas del hogar en donde habrá que hacer más adaptaciones. Siempre y cuando sea posible, esta habitación debería estar en la planta baja, evitando así que se produzcan accidentes al subir o bajar las escaleras.

En el caso de que no sea posible, podemos usar un salvaescaleras (dispositivo que se suele adaptar a la mayoría de las escaleras, aunque el espacio sea reducido).

– Cama: la capa tiene que estar adaptada a la persona que la va a usar. Esto quiere decir que no puede ser muy baja para evitar problemas de articulaciones al usarla, ni muy alta para evitar que se produzcan caídas

– Cuidado con los obstáculos: habrá que revisar la habitación para detectar cualquier objeto que no sea necesario. Por ejemplo, algunos muebles pueden ser retirados para que la persona mayor pueda moverse cuando menos luz hay y evitar golpearse con los mismos.

– Camas eléctricas: en el supuesto de que la persona tenga problemas importantes de movilidad, podemos sopesar la idea de comprar camas eléctricas. Estas hacen más fácil acostarse y alzarse de la cama.

– Alfombra: las alfombras aportarán calidez a la habitación, además de ser un complemento decorativo muy interesante. De lo único de lo que habrá que preocuparse es de elegir una alfombra antideslizante.

– Interruptores: sería interesante que hubiese un interruptor nada más entrar en la habitación y otro que se pueda pulsar estando en la cama. Si no es así, contrata a un electricista. Se trata de un trabajo relativamente sencillo, por lo que no tendrás que pagar demasiado.

– Persianas eléctricas: para evitar el esfuerzo de estar subiendo y bajando persianas, las persianas eléctricas son una interesante solución.

3. Ajustes en la cocina

Habrá que revisar la cocina, ya que también es un lugar en donde existe el riesgo de caerse y tener alguna lesión.

Estos son algunos de los ajustes que podemos hacer:

– Tipo de puertas: las puertas más recomendables son las correderas. Minimizan el riesgo de que se produzca un golpe y lesión.

– Tipo de cocina: son más seguras las placas de inducción que tienen indicador del nivel de calor. Entre algunas de sus ventajas, evitan las fugas de gas.

– Detector de humo: es un dispositivo que vale muy poco y puede ahorrar más de un disgusto. Avisará cuando la densidad de humo del ambiente sea muy elevada.

– Cuidado con las mesas y muebles con ruedas: pueden dar una falsa sensación de seguridad, ya que se moverán cuando nos apoyemos en ellos.

4. Cambios en el salón

En el salón no hace falta hacer tantos cambios, pero sí que es necesario tener en cuenta los siguientes:

– Habrá que invertir en muebles ergonómicos, que se adapten a las necesidades de la persona mayor.

– Los sofás deben contar con el tamaño exacto, para facilitar sentarse y levantarse cuando haga falta

– Es preferible que el teléfono sea inalámbrico para poder utilizarlo desde cualquier parte.

– Cómo en cualquier otra habitación, es importante que la sala esté despejada para facilitar el paso.

Estas son algunas de las adaptaciones más importantes que se deben tener en cuenta en la casa de una persona mayor.

Marina Berrio

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