Estamos en Navidad, una fiesta que con el paso de los años quizás haya ido adquiriendo otros significados. El consumismo, el ansia de adquirir los juguetes y las novedades que aparecen en televisión, quizás haya desvirtuado el espíritu original. Sin embargo, nunca es tarde para recordar los valores de estos días. Una oportunidad para aprender a reflexionar en familia.
Consejos traducidos a través de actividades a realizar en familia. Si estás buscando la fórmula para vivir una Navidad distinta, presta atención a estos consejos para estas fechas descubrir, entre todos, el significado de estas fiestas en familia.
Visitas a la familia en Navidad
La Navidad es una época para vivir en familia. Aprovechar las vacaciones de los más pequeños para una visita a los abuelos, u organizar una cena entre todos los parientes para el día de Nochebuena es una excelente idea para que los hijos aprendan la importancia de este valor.
La familia juega un papel importante en la vida de todos y el reencuentro en Navidad con parientes que hacía mucho tiempo que no se veían, pero por los que no se ha perdido el amor ni el cariño, es una buena fórmula para demostrarlo.
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Solidaridad: un valor muy navideño
Regalos, regalos, ¡y más regalos! Durante estas fechas parece que el mensaje de algunos medios de comunicación es que la Navidad es una época de recibir presentes. Pero, ¿por qué no convertir estas fechas en un momento para dar a los que menos tienen? Participar en actividades de voluntariado es una gran opción, desde comedores sociales hasta recogida de juguetes para niños desfavorecidos.
La Navidad es el mejor momento para recordar a los niños que no estamos en fechas de recibir, sino de dar tanto amor como nos sea posible.
Estrechar el vínculo familiar
Tareas, reuniones de trabajo, colegio… Durante el resto del año el vínculo entre padres e hijos puede verse afectado por las obligaciones y responsabilidades. En consonancia con el primer punto, la Navidad también puede ser la época en la que se estreche la relación dentro del hogar.
Una visita al alumbrado en el centro de la ciudad, montar el Belén, cocinar juntos… son muchas las opciones que aseguran un acercamiento entre padres e hijos.
Repasar el año en Navidad
Se termina un año, meses y días en los que habrá habido de todo. ¿Son conscientes los niños de ello? Nunca está de más echar la vista atrás y dar gracias por lo que se tiene y por lo que se ha conquistado, al tiempo que se aprende de los errores. Un día de reflexión es una buena oportunidad para estas fechas.
Para ello, se puede aprovechar para escribir una carta a un amigo de los más pequeños, a los abuelos o a cualquier ser querido. Con esta misiva, como ya se ha dicho, los más pequeños deben reflexionar sobre el año que han vivido.
Paz y perdón
El rencor no brinda más que un mal sentimiento permanente. En cambio, el perdón asegura una gran paz interior. Por este motivo, la Navidad es la mejor ocasión para acercarse a aquellos con los que nos hemos distanciado y tratar de poner solución. Una actividad con la que los padres deben dar el primer paso para dar ejemplo a los hijos.
Esperanza en Navidad
Se cierra un año y llega otro. 365 días de oportunidades por delante, ¿por qué no comenzar una lista con los deseos? En relación con otro de los puntos de esta lista, se puede echar la vista atrás para recordar qué se ha conseguido, qué no y cómo se puede conquistar lo que se quedó atrás.
La amistad
Al igual que sucede con los padres y los hijos, la Navidad debe ser una época para estrechar el vínculo con los amigos. Los padres deben animar a los pequeños a salir a la calle para ver a sus compañeros y disfrutar de este tiempo en su compañía.
Damián Montero
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