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Los abuelos como transmisores de valores a los nietos

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Los recientes cambios sociales experimentados en nuestra sociedad, tales como la incorporación de la mujer al mundo laboral, el elevado número de horas que dedican los padres al trabajo fuera del hogar, junto con la carencia de unos servicios formales que ayuden a los padres en el cuidado de sus hijos, han dado lugar a que en numerosas ocasiones sean los abuelos quienes se encuentran asumiendo diversas tareas relacionadas con el cuidado y la socialización de los nietos.

Los últimos datos de la encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación de Europa (SHARE) muestran que los abuelos que han cuidado a sus nietos de alguna manera en el último año se encuentran por encima del 40 por ciento.

España es el tercer país de Europa donde los abuelos cuidan de manera más intensa a su descendencia. En concreto, más de 15% de los padres españoles tienen al menos un hijo al cuidado de alguno de sus abuelos de manera intensa, hasta las seis horas diarias. Ante esta situación, no cabe duda del papel fundamental que están desempeñando muchos abuelos actuales en la socialización de los nietos.

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La sabiduría de los abuelos

Desde la antigüedad, los abuelos han sido considerados como el reservorio de la sabiduría familiar. Es decir, los transmisores de las experiencias y los conocimientos adquiridos a lo largo de toda una vida, así como de los valores, las historias y las tradiciones familiares. El objetivo principal de esta función es mantener la continuidad de uno mismo y de las tradiciones familiares a lo largo de las distintas generaciones.

Estas historias contadas por los abuelos permiten a los miembros de las distintas generaciones tomar conciencia de las tradiciones y las costumbres familiares, relacionando el presente con el pasado y otorgando el sentimiento de ‘tener raíces’.

Todo esto es imprescindible para que el niño pueda construir su identidad, al dar un sentido a sus orígenes y a su propia forma de ser.

Esta mayor implicación de los abuelos en el día a día de los nietos favorece que los valores importantes para los abuelos tengan un alto impacto en el psiquismo de los nietos. En concreto, muchos abuelos actuales hacen hincapié en la importancia de transmitir valores tradicionales en una sociedad en la que los perciben como en decadencia.

De esta manera, los valores más importantes que pueden transmitir los abuelos son aquellos que favorecen comportamientos que coinciden con las expectativas sociales (valores tradicionales y relacionados con la conformidad), y aquellos que ayudan a establecer relaciones cercanas con otras personas (seguridad, religiosidad y vida familiar).

Transmitir valores de generación en generación

La transmisión de estos valores a los nietos es de vital importancia, porque, como permiten defender la supervivencia del grupo, garantizan al mismo tiempo la supervivencia del clan familiar. Partiendo de esta idea, no es sorprendente que a los abuelos se les haya atribuido tradicionalmente el rol de ‘guardianes de la familia’, al resaltar aquellos valores que fomentan unos lazos familiares fuertes.   

Este rol socializador también tiene efectos positivos en los propios abuelos.

Muchos abuelos refieren que el cuidar de los nietos les ayuda a sentirse útiles, activos y amplifica su red de apoyos sociales. También pueden ver incrementada su identidad familiar y su sentido vital, al percibir que están contribuyendo de alguna manera al bienestar de sus familias y, de manera más general, a la sociedad.

Sin embargo, también nos encontramos con algunos abuelos que se sienten cansados o estresados, sobre todo cuando las horas de cuidados brindados a los nietos son muy intensas, se percibe que los hijos no reconocen la labor que están realizando o viven los cuidados de los nietos como una obligación.

A pesar de que los abuelos son un agente fundamental en la socialización de los nietos, es importante tener en cuenta que no son responsables de su educación. Por este motivo, es necesario que abuelos y padres lleguen a acuerdos acerca de los límites de las responsabilidades de los abuelos, y clarifiquen las horas de cuidado, valores y normas, para evitar posibles conflictos. Del mismo modo, es misión de los padres fomentar el intercambio entre abuelos y nietos, de manera voluntaria y no desde una obligación, dados los múltiples beneficios que tiene dicha relación tanto para el desarrollo del psiquismo del niño como para el propio abuelo.

Abuelos del siglo XXI

A la hora de transmitir estos valores, los abuelos hoy buscan relaciones más simétricas con los nietos, donde predomina el intercambio y la expresión de afectos. En este sentido, los abuelos deben adaptarse a los nuevos tiempos para ayudar a los nietos a interiorizar los valores, abandonando el estilo distante y autoritario característico de los abuelos de antaño. En este sentido, el estilo educativo que ha mostrado ser más efectivo para ayudar a los nietos interiorizar los valores es el democrático, es decir, establecer unos límites claros al nieto al tiempo que el abuelo se muestra cercano y comprensivo con el niño.

Sin embargo, no basta con que el abuelo utilice estilos y prácticas adecuadas. También es necesario que el nieto esté dispuesto a aceptar lo que el abuelo le quiere transmitir. Por eso, es muy importante que se establezca una relación cercana con el nieto y se fomente una comunicación positiva. Algunas formas que pueden ser de ayuda para transmitir valores a los nietos son el juego, las historias, los cuentos, el diálogo, entre otros.

Dra. Cristina Noriega García. Instituto de Estudios de la Familia. Universidad CEU San Pablo

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