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Abuelos primerizos, ¿cómo asimilar la situación?

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A ser un buen abuelo también se puede aprender

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Llega un momento en la vida en el que la familia crece por otros caminos. Los hijos se han convertido en adultos, se han enamorado y han creado su propio hogar. Es en estas situaciones cuando los que antes eran padres, se transforman en abuelos, una situación que como todo cambio en la vida puede suponer cierto vértigo. ¿Qué supone este rol dentro de la familia?

¿Qué diferencia hay entre ser padres y ser abuelos? Ante las posibles incertidumbres que supone ser primerizo en este nuevo papel, la American Association of Retired Persons, AARP, ha elaborado una guía para orientar a las personas que se estrenen en este nuevo rol. Una manera de acompañar en este cambio que demuestra que en la vida nunca se es demasiado tarde para aprender.

Transmitir cariño

¿Qué hace un abuelo? AARP lo deja claro, la misión de esta persona en la familia es la misma que se ha dado hasta la fecha: disfrutar de la felicidad que transmite el hogar. Su papel seguirá siendo el mismo que el que han desempeñado, el de ayudar a sus hijos, aunque ahora debe ser de otra manera. Si en el pasado se les educaba para otros fines, ahora hay que actuar como consejeros.

Al igual que los abuelos son primerizos, los padres del nieto lo serán también. ¿Qué mejor que ofrecer todo el conocimiento ganado a lo largo de los años? Sin imponer los criterios y respetando las decisiones de los progenitores, siempre se ha de estar dispuesto a descolgar el teléfono para contestar a posibles preguntas ya que es muy posible que estos problemas fueran resueltos por los abuelos en el pasado, aunque con sus propios hijos.

Desde esta Asociación se recuerda que los abuelos no tienen ser padres de sus nietos. Hay que dar la oportunidad de que sean los progenitores de estos quienes aprendan lo que supone este rol. Hay una gran diferencia entre ser apoyo a ser la pieza fundamental en este desarrollo. Esta responsabilidad corresponde a sus hijos, que ahora asumen el testigo.



Las claves del buen abuelo

Estas son algunas claves que ayudarán a los abuelos a adaptarse a esta nueva situación en la vida:

– Tener claro hasta qué punto pueden ayudar. No comprometerse haciendo excesos ya sea por entrometerse en la educación o asumir más responsabilidades de las que se deben.

– Recordar que las fuerzas no son las mismas. Ya no se tiene el mismo ímpetu que antaño cuando se fue padre, por ello hay que respetarse en este sentido.

– Si deben cuidar a los nietos y existen dificultades, hablarlo cuando los niños no estén delante, buscando soluciones, pero nunca cuestionando los criterios de los padres: el niño no quiere comer una determinada comida, cuándo ir al médico, etc.

– Descubrir la satisfacción de poder ayudar a sus hijos en la tarea de educar a los nietos.

– Saber que en el fondo no importa tanto el reconocimiento, como el poso de amor y de confianza que dejan en sus nietos, eso es impagable e insustituible.

– Si hay varios hijos que requieren el cuidado de los nietos, buscar la situación más adecuada y equilibrada.

Damián Montero

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