Un difícil acceso al mercado laboral, inestabilidad en los puestos de trabajo o el encarecimiento del nivel de vida son algunos de los factores que explican el retraso de la maternidad en las generaciones más jóvenes. Una situación que no solo hace más difícil el nacimiento del segundo hijo, dificultando incluso el relevo generacional, sino que entraña diversos problemas.
A partir de los 34 años quedarse embarazada tiene altos riesgos, no solo para la madre, sino para los más pequeños. Mientras más se posponga esta gestación, mayores son los peligros a los que se enfrenta una mujer. Así lo recoge un nuevo estudio elaborado por la Universidad de Rutgers que advierte de que si esta decisión se prolonga en el tiempo, la posibilidad de un parto prematuro aumenta.
También los hombres se ven afectados
Tal y como explica Gloria Bachman, esta investigación, mucho se ha hablado sobre los cambios fisiológicos que experimenta la mujer a partir de los 35 años y que hace más complicado tanto que el embarazo se produzca, como que este termine sin problemas. Sin embargo, los datos de este estudio longitudinal, el hombre también atraviesa otra serie de alteraciones que complican la gestación.
Por ejemplo, a partir de los 35 años los espermatozoides envejecen, reduciéndose su movilidad, flexibilidad y resistencia, haciendo más complicado que alcancen el óvulo y lo fecunden. De llegar a producirse esta gestación, la posibilidad de que esta se desarrolle sin complicaciones desciende y, una vez que se ha producido el embarazo, son varios los riesgos a los que se enfrenta el niño.
El primero de ellos, como ya se ha dicho, es una mayor posibilidad de que se produzca un parto prematuro, haciendo que el niño nazca con un menor peso, y un mayor riesgo de manifestar convulsiones. Por otro lado, a la larga, este estudio también comprobó que los hijos nacidos de embarazos más allá de los 34 años presentaban una mayor incidencia de problemas como autismo, trastornos psiquiátricos y cognitivos.
Otros riesgos del embarazo a partir de los 35
Como ya se ha dicho, la gestación a partir de los 35 años es un peligro. Estos son algunos de los riesgos de los otros riesgos:
– Fertilidad. Retrasar el reloj biológico para tener un bebé tiene sus riesgos. El mejor momento para tener hijos está entre los 20 y 30 años, ya que las mujeres empiezan a experimentar una disminución en su fertilidad a partir de los treinta. Esta disminución suele atribuirse a una menor frecuencia de ovulación o problemas como la endometriosis. Por eso, no es raro que una mujer de 35 años tenga más problemas en concebir y tarde más tiempo que una mujer más joven. Sin embargo, actualmente existen muchos caso de infertilidad que se tratan con éxito, y aunque las mujeres de más de 35 años tengan dificultades para concebir, también tienen una mayor probabilidad de tener mellizos entre los 35 y 39 años.
– Problemas para el bebé. El riesgo de que el niño padezca de trastornos cromosómicos se incrementa con la edad de la mujer. El Síndrome de Down es el más común. Actualmente, gracias a la amniocentesis, se puede determinar si el feto padece de alguna anomalía cromosómica.
– Salud de la madre. La presión arterial alta y la diabetes pueden producirse por primera vez durante el embarazo. Son desórdenes que no suponen ningún riesgo para el bebé ni para la madre si son diagnosticados de forma temprana y se pone el tratamiento adecuado.
– Cesárea. A partir de los 35, la tasa de partos por cesárea es más alta debido a las complicaciones del parto a estas edades. El porcentaje de cesáreas es mayor porque los músculos y huesos de la mujer madura son menos elásticos.
Damián Montero
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