Semana a semana tu tripa sigue creciendo. La ropa prenatal te sienta cada vez mejor, pero el gran volumen de tu abdomen te dificulta la tarea de dormir y afecta a tu estómago. Es hora de cuidar aun más la alimentación y, por supuesto, el descanso. En esta semana tu pecho se irá preparando para producir la leche materna.
Cambios en la embarazada: la semana 31 de gestación
Dentro de los cambios en la embarazada en la semana 31, además del evidente aumento de volumen, tres cosas son fundamentales:
1. Por un lado, se hacen más frecuentes las llamadas contracciones de Braxton Hicks. Duran entre 30 y 60 segundos y son irregulares. Es normal a no ser que sobrepases las cinco contracciones por hora. Si son muy frecuentes y dolorosas o si tienes más síntomas como cólicos menstruales o un fuerte dolor abdominal o en la parte baja de la espalda llama a tu ginecólogo porque pueden tratarse de un parte prematuro.
2. En segundo lugar, el pH del flujo vaginal cambia, de manera que existe una mayor tendencia a desarrollar infecciones vaginales por hongos como la candidiasis. Para evitar picores y ardores procura tener la vulva siempre limpia y seca, olvida los salvaslips (que no transpiran) y utiliza bragas de algodón. En casos más extremos pueden aparecer hinchazón o incluso varices vulvares que desaparecen después del parto.
3. Por último, notarás que tus pechos empiezan a producir leche, más concretamente, comprobarás que gotean una sustancia de color amarillento, es el calostro, primer alimento para tu bebé antes de que te suba la leche. Puedes utilizar discos absorbentes de algodón para evitar manchas en el sujetador o la ropa.
Desarrollo del bebé en la semana 31 de embarazo
El bebé en la semana 31 de gestación sigue creciendo: mide unos 41 – 42 centímetros y puede llegar a pesar hasta 1.700 gramos, aunque en las próximas semanas duplicará incluso su peso.
Tu bebé se seguirá moviendo, pero cada vez menos por su rápido crecimiento y la falta de espacio en el útero. Si no lo ha hecho ya, se irá dando la vuelta hasta situarse cabeza abajo, en la posición cefálica, ideal para el parto.
A lo largo de esta semana del embarazo su cerebro sigue desarrollándose, al igual que el sistema digestivo y respiratorio y su esqueleto en general. Como novedad, por primera vez el riñón de tu bebé ya le permite eliminar alrededor de medio litro de orina al día que expulsa al líquido amniótico).
Por último, su piel irá adquiriendo un tono rosáceo debido al aumento de la grasa subcutánea y del llamado vérmix caseoso (material grasoso de textura que reviste su piel).
La salud de la embarazada en la semana 31 de gestación
Si en las semanas anteriores era fundamental que cuidases la alimentación, en esta semana y la que viene tu útero irá ganando espacio al estómago lo que repercutirá en tu digestión.
Según los especialistas, lo más recomendable para la embarazada de 31 semanas es que hagas 5 o 6 comidas ligeras y de digestión fácil en vez de hacer pocas comidas y más abundantes. Mastica bien los alimentos, evita los azúcares de absorción rápida, aumenta el consumo de frutas y verduras y, por supuesto, los lácteos ricos en hierro y en calcio y, por último, no olvides beber 2 litros de agua al día para estar bien hidratada. Recuerda que no tienes que comer por dos, ni comer más, vigila la calidad y no tanto la cantidad.
Conciliar el sueño puede seguir siendo un problema debido al tamaño de tu vientre. Un truco es dormir de lado (mejor del lado izquierdo para facilitar la circulación sanguínea) y con una almohada entre las piernas.
Control del embarazo en la semana 31 de gestación
Es normal que la embarazada en la semana 31 de embarazo se sienta más cómoda en su habitual puesto de trabajo. Procura alternar períodos sentada y ratos de pie, sin olvidar el ejercicio, que te ayudará a controlar la rigidez muscular y aliviar posibles dolores de piernas y espalda.
En estas semanas de embarazo que no se te olvide ir a tu ginecólogo parar la ecografía del tercer trimestre (Y puede que también un análisis de orina y sangre). Tu médico comprobará que el bebe se está desarrollando correctamente y que la cantidad de líquido amniótico es la adecuada. Además, no olvides comentarle si notas que el bebé hace presión hacia abajo o, por el contrario, se mueve menos que en las semanas anteriores; igualmente avísale si se te nubla la vista o ves manchas o si pierdes sangre u otro líquido por la vagina.
No olvides seguir nuestras recomendaciones del embarazo semana a semana, te ayudará a conocer mejor tu embarazo y todo lo que conlleva , además de tranquilizar los nervios propios de una embarazada que ya piensa y sueña con el momento del parto.
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