El parto es un proceso fisiológico marcado por distintos factores. Hay varias teorías científicas que nos sugieren cuál es el desencadenante del parto: influyen factores placentarios, musculares, hormonales… pero es el bebé el que decide poner en marcha el proceso, el que cuando está maduro decide salir.
Transmitir a las mujeres una buena información sobre su pelvis, sobre las hormonas que rigen el proceso del parto, sobre las fases por las cuales pasarán ella y su bebé y sobre todos los métodos naturales y farmacológicos para controlar el dolor del parto (si es que lo hay), normalmente, aumentan la confianza y la seguridad en una misma, porque sólo con toda la información a su alcance una mujer puede decidir cómo quiere que sea el nacimiento de su hijo.
¿Qué necesita una mujer para dar a luz?
Confianza en una misma, en su cuerpo y en su bebé; movimiento, tranquilidad, seguridad en el entorno y principalmente dejarse llevar. Ahora bien, sin ser imprescindible, una preparación al parto impartida por una matrona actualizada puede ser de mucha ayuda.
Hablar en esas clases sobre los cambios emocionales y físicos que se van a producir en el puerperio es bastante importante para poder desmitificar ese posparto de nubes y corazones rosas que se vende en algunos ambientes.
¿Necesitamos aprender diferentes tipos de respiraciones?
¿Dónde quedó la respiración abdominal, la soplante lenta, la diafragmática…? en el cajón del olvido.
Porque si para el parto una de las cosas más importantes es dejarse llevar no podemos al mismo tiempo estar recordando si hacer la respiración número 3 o la 1… es incompatible.
Respirar de manera relajada, acordándonos de expulsar bien el aire al mismo tiempo que hacemos una visualización de algo agradable o simplemente nos dejamos llevar por la contracción, sí que puede ayudarnos.
¿Cómo aprender a empujar?
Las ganas de empujar vienen solas, es un reflejo propio del expulsivo derivado de que la cabecita del bebé está muy abajo y presionando el recto.
Sólo en el caso de que una mujer haya decidido ponerse anestesia epidural y su efecto le haya bloqueado completamente sin tener nada de sensación de pujo sería necesario que la matrona le dirigiera el pujo para que ese bebé consiga salir.
Riesgos de sufrir un desgarro en el parto
Existen varios factores que pueden influir en los desgarros que suelen producirse en el parto:
– La posición en el expulsivo. De lado, en piscina de partos y a gatas el riesgo de desgarro es menor que en posiciones verticales y en litotomía (esta postura en concreto, de mujer tumbada con piernas arriba, aparte de ser antifisiológica es la que más desgarros puede producir)
– Tocar el periné de la mujer durante el expulsivo causa edemas en la zona. Está completamente contraindicado hacer masajes perineales durante el proceso de parto.
– La anestesia epidural multiplica los riesgos de tener un desgarro/episiotomía y también de tener un parto instrumental (que en muchos casos implica hacer una episiotomía)
– Dirigir los pujos en apnea de la mujer (aguantando el aire y empujando fuertemente con la contracción) puede lesionar más el suelo pélvico que los espontáneos.
– La cantidad de elastina de la piel de una mujer influye en caso de desgarro.
– El tamaño del bebé. No es lo mismo un bebé de 2800 gr que otro de 4300 gr. Y tampoco es lo mismo que salga con la manita por delante pegada a la cabeza; esta situación produce más desgarros.
El masaje perineal durante los meses previos al parto puede ayudar al autoconocimiento personal, puede ayudar a notar la sensación de estiramiento de la zona y puede ser clave hacerlo en pareja. Pero si no te apetece o te molesta no es una obligación ni debes sentirte mal, porque esto no va a ser determinante en el parto.
Y en cuanto a la episiotomía, el principal factor de riesgo para que se practique es que la persona que te asista el parto, tenga por costumbre realizarlas.
Sólo la sospecha de sufrimiento fetal indica practicar una.
Clases sobre lactancia materna
Son importantes porque si no tenemos hermanas o amigas cercanas que estén dando pecho, muchas veces, al primer bebé que vemos mamando es el nuestro.
Además, hay demasiados mitos en el aire en contra de la lactancia materna que pueden llevarnos a tirar la toalla cuando esa no era nuestra idea inicial.
Es recomendable también tener previstos talleres de lactancia o grupos de apoyo a los que poder acudir si es necesario… Y si por supuesto después de esto si una mujer no desea dar pecho es su decisión y es completamente respetable.
Y proporcionar apoyo constante, para todo lo que la mujer/familia necesite* para escucharla, para apoyar sus decisiones (sean las que sean), para solventar dudas, para cuidar*
La preparación física para el parto
Antiguamente, las mujeres en los pueblos trabajaban en el campo y en la casa agachadas o de rodillas, hacían sus necesidades en cuclillas y su actividad física era mucho mayor de la que tenemos habitualmente hoy en día; así sabemos que sus partos eran más fáciles que los de ahora.
Ya Aristóteles en el s III AC atribuía los partos difíciles a un estilo de vida sedentario.
Y actualmente hay numerosa evidencia científica que asocia la realización de ejercicio físico durante el embarazo con una disminución de patologías como diabetes, hipertensión, lumbalgias, menor ganancia de peso, mejor estado físico y mental, partos con menos complicaciones y mejor recuperación posparto.
También hay estudios que asocian el ejercicio físico materno con un aumento en el desarrollo psicomotor del bebé.
El agua es un lugar estupendo para practicar ejercicio, porque una embarazada se siente más ligera y puede realizar movimientos y estiramientos mucho más profundos que fuera.
También es cierto que el ejercicio en el agua cuesta menos trabajo, pero es igual de efectivo y el riesgo de lesión es mínimo.
Y si cuentas también con la compañía de una matrona especialista podrás movilizar y ejercitar pelvis, ligamentos, musculatura y articulaciones encargados en el momento del parto de acompañar a tu bebé hasta la salida.
Amanda Rodríguez Sánchez. Matrona
Te puede interesar:
– La cesárea y los cuidados posteriores
– Cómo evitar una cesárea innecesaria
– Los mitos de la barriga de la embarazada
– La cesárea antes de tiempo altera la respuesta inmunológica del bebé