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Los peligros del verano para la embarazada

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El verano es el tiempo ideal para descansar y disfrutar de actividades diferentes a las que estamos acostumbrados durante el resto del año, como ir a la piscina, la playa o de turismo por otros lugares. Ahora bien, el verano conlleva ciertos riesgos para la madre embarazada. Te contamos los principales.

El verano requiere que la mujer embarazada tome precauciones extras además de las propias de su estado como mantener una alimentación adecuada y un estlo de vida sano. No sólo el calor es peligroso para los niños, también para aquellas que llevan dentro de sí un nuevo ser con ganas de salir al mundo. Ten cuidado con estos factores y no habrá más riesgos.

El sol, un riesgo durante el embarazo

Como casi todo en esta vida, el sol es bueno en su justa medida. Ten cuidado con la exposición prolongada al sol porque al ponerte bajo sus rayos corres mayor riesgo de que te salga cloasma o melasma, un oscurecimiento de la piel que se da principalmente en el rostro.

Es importantísimo que uses protector solar todos los días que vayas a salir a la calle, aunque sea sólo a hacer un par de recados, y que te protejas con sombreros, evitando, por supuesto, las horas centrales del día. No olvides que el filtro solar puede eliminarse con el sudor, así que échate varias veces en una misma jornada.

La deshidratación durante el embarazo

Las temperaturas altas son especialmente peligrosas para las embarazadas, por lo que no puedes olvidar mantenerte bien hidratada con dos litros de agua al día. Según algunos expertos, el músculo uterino tiende a contraerse si se eleva demasiado la temperatura de la madre y ésta se deshidrata, lo que podría dar lugar a un parto prematuro.

La mejor bebida es el agua, así que úsala sin miedo. Si quieres optar por otras pensadas para deportistas que reemplazan los electrolitos perdidos por el sudor, lo mejor será que consultes con tu médico.

Insectos y embarazadas

Aunque es cierto que los insectos existen durante todo el año, no lo es menos que en verano estamos más expuestos a ellos. Muchos insectos transmiten enfermedades: la garrapata, por ejemplo, puede transmitir la enfermedad de Lyme, aunque esta dolencia es poco común en nuestro país.

Asimismo, algunos mosquitos pueden transmitir el virus del Nilo Occidental (por supuesto, no todos), que puede ser más grave en embarazadas. La atención médica hospitalaria estándar puede ayudar a disminuir el riesgo de complicaciones en caso de enfermedad grave.

Fuegos artificiales y embarazadas

Muchas localidades celebran en verano sus fiestas y son comunes los fuegos artificiales. En general, el humo del espectáculo no afectará al embarazo, pero se recomienda que la embarazada no los encienda para evitar accidentes.

Perros y embarazadas

Ya hemos hablado de las mascotas y las embarazadas, pero en esta ocasión nos referimos a las mascotas desconocidas. En verano, cuando se visitan nuevas ciudades y se pasa más tiempo en la calle, es común conocer nuevos animales que no sabemos si estarán lo suficientemente limpios y cuidados como para que no nos transmitan enfermedades.

Si te muerde un perro, aunque la herida sea pequeña, ve a un centro médico para asegurarte de que no hay infección. Si lo que quieres es acercarte a saludar a alguno, hazlo con precaución: no te acerques a perros callejeros y, con los que tienen dueño, pregúntales antes si puedes acariciarlos con suavidad.

Ángela R. Bonachera

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