Durante los primeros meses de embarazo en el organismo de la mujer se producen grandes cambios biológicos que provocan numerosos trastornos que a veces son difíciles de tratar. El más frecuente de ellos es la náusea gestacional y los vómitos, una dolencia que puede llegar a perdurar incluso pasada la semana 20 de embarazo.
Para conocer más acerca de este trastorno, el laboratorio farmacéutico HC Clover ofrece una serie de recomendaciones para conocer en profundidad a qué se debe esta situación y cómo solventar sus molestias.
Por qué se producen las náuseas
No existe una razón clara de por qué se producen las náuseas y los vómitos durante los primeros meses de gestación, ya que intervienen tanto variables hormonales, bioquímicas, mecánicas como psicológicas.
Aunque no todas las mujeres las sufren, un 70% tiene náuseas y entre un 30% y un 50%, además, experimenta el vómito. Solo un pequeño porcentaje continúa sufriéndolas durante los nueves meses de embarazo.
Dejando de lado lo molesto y pesado de la situación, las náuseas y los vómitos ligeros o moderados no afectan a la salud del bebé. Si no ganas peso en los primeros tres meses, no tiene por qué constituir un problema, siempre y cuando te mantengas hidratada y te estés alimentando de forma correcta. Por lo general, el apetito acaba regresando y se comienza a ganar peso de manera normal.
Si por el contrario, las náuseas impiden que te alimentes adecuadamente, asegúrate de que obtienes los nutrientes que necesitas tomando vitaminas prenatales. Escoge una que no tenga hierro, o que tenga una dosis baja, para que este mineral no empeore las náuseas.
Cómo evitar las náuseas en el embarazo
– Dieta ligera: para casos leves es recomendable ingerir pequeñas porciones de alimento en intervalos cortos de tiempo y se puede modificar la dieta, tomando comidas más ligeras en las que predomine la fruta y la verdura y dejando de lado aquellos alimentos ricos en grasas, los fritos o conservas en lata.
– Zinc: sumentar la ingesta de plátanos, cereales integrales o legumbres, todos ellos alimentos ricos en zinc, es un buen método para combatir los mareos en el embarazo.
– Olores desagradables: se debe evitar aquellos alimentos con un olor fuerte o los aromas desagradables, ya que acentúan los mareos y las náuseas. Ante estas situaciones se puede optar por oler limón.
– Medicación: cuando el cuadro que se presenta es severo, en ocasiones se han usado antihistamínicos o antieméticos, pero estos deben tomarse con precaución, ya que pueden provocar defectos durante la gestación del feto, por lo que es preferible optar por otros medios alternativos elaborados con productos naturales como los basados en el jengibre, que se ha usado tradicionalmente como antiemético y evita las náuseas.
– Vitamina B6: en concreto la vitamina B6 es otro remedio alternativo que ayuda a reducir este malestar ya que favorece el metabolismo de lípidos, carbohidratos y proteínas; además de disminuir la fatiga, regular la actividad hormonal y contribuir al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
– Rápido y eficaz: En el caso de optar por algún tipo de producto para controlar la náusea gestacional y el vómito hay que tener en cuenta aquellos que producen una reacción más rápida y eficaz a los síntomas como los fabricados en cápsula de gelatina blanda.
– Terapias alternativas: Hay algunas mujeres que prefieren probar otros métodos menos corrientes. Para ellas está la digitopuntura, a través de pulseras que evitan las náuseas al presionar un punto determinado de la muñeca; la acupresión, basada en la presión de los tendones; o la acupuntura.
En cualquier caso, si los síntomas persisten y se convierten en insoportables para sobrellevar el día a día de la mujer, lo más adecuado es que se recurra a un especialista para que ofrezca soluciones a la vez que controla que no se produzca una pérdida grande de peso ni la deshidratación de la futura mamá.
Isabel Martínez