La exposición elevada a polen durante las últimas fases del embarazo puede aumentar el riesgo de que el hijo desarrolle asma temprana durante la infancia, según investigadores de la Universidad sueca de Umea.
Estudios anteriores ya habían demostrado la asociación entre que el bebé nazca durante una temporada de polen y que tenga un mayor riesgo de alergias. Ahora, investigadores de la División de Medicina Ocupacional y Ambiental de la Universidad de Umea han llevado a cabo un estudio que incluyó a 110.000 embarazos que tuvieron lugar en Estocolmo.
Tras el seguimiento de estas mujeres y sus hijos, observaron que la exposición a altos niveles de polen durante las últimas 12 semanas de embarazo derivaron en un aumento significativo del riesgo de hospitalización por síntomas de asma en el primer año de vida del niño.
Entre las causas que barajan los autores se encuentran que una alta exposición al polen en mujeres embarazadas que padecen alergía puede al desarrollo del sistema inmune del hijo.
Asimismo, estos expertos consideran el hecho de que las mujeres embarazadas con alergias importantes al polen padezcan complicaciones y, a veces, den a luz antes de lo esperado, un hecho que aumenta el riesgo de problemas respiratorios en el niño.