¿Qué pasa si nos adelantamos con un nacimiento antes de tiempo?Cuando el parto se produce por cesárea antes de que el cuerpo de la madre comience a trabajar en el parto, esto tiene unas consecuencias sobre el bebé. Según acaba de revelar una investigación realizada en Dinamarca, la cesárea antes del trabajo de parto altera la respuesta inmunológica del bebé.
«El perfil de las células inmunológicas circulantes varía entre los bebés que nacen por parto natural y aquellos nacidos por cesárea antes del trabajo de parto», explican en Scientific American, que se han hecho eco de este importante estudio publicado en Journal of Allergy and Clinical Immunology por el equipo del doctor Hans Bisgaar de la Universidad de Copenhague, en la capital del país escandinavo.
Riesgos en los bebés tras cesárea antes del trabajo del parto
Según los investigadores, esta alteración hace que el bebé tenga más riesgo de desarrollar enfermedades. El médico principal del estudio explica al respecto que la cesárea antes del trabajo de parto «está relacionada con un cambio distintivo y asociado con la edad gestacional de las células inmunológicas circundantes en los recién nacidos». Es decir, según esta investigación, el trabajo del parto natural «reforzaría la maduración inmunológica del bebé».
Para llegar a esta conclusión, el equipo de expertos estudió exhaustivamente el perfil de 23 subgrupos de células inmunológicas innatas y adaptadas de 91 bebés a término: 14 habían nacido por cesárea antes del trabajo de parto, seis habían nacido por cesárea durante el trabajo de parto y los 71 restantes habían nacido por vía vaginal.
Con este análisis, observaron que siete subgrupos celulares tenían diferencias significativas entre los neonatos que habían nacido por cesárea y aquellos que habían llegado al mundo por parto natural, al tiempo que no se encontraron diferencias en las frecuencias de las distintas células inmunológicas entre los niños que habían nacido por cesárea durante el trabajo de parto o por vía vaginal.
Estudios previos sobre la cesárea y el parto natural
Esta investigación se une a estudios previos que ya habían demostrado que existen diferencias «en los patrones de colonización microbiana entre los neonatos después de una cesárea versus un parto natural». Es decir, en el parto vaginal, cuando el bebé atraviesa el canal de parto su intestino es colonizado por bacterias que refuerzan su sistema inmunológico y, por tanto, le protegen de posibles enfermedades.
La falta del paso por este conducto explicaría la relación entre la cesárea y el riesgo de desarrollar enfermedades mediadas por el sistema inmune. Aun así, el equipo destaca la importancia de la ausencia de «la programación inmunológica uterina asociada con el trabajo de parto en los bebés que nacen por cesárea antes de esa etapa del parto».
La conclusión de este trabajo no es que no se deba realizar la cesárea, sino que no debe provocarse el parto hasta que el niño haya decidido nacer: entonces el «trabajo del parto» habrá comenzado en el cuerpo de la madre y el bebé estará preparado también para la cesárea si es necesario.
Cuándo acudir a la cesárea
Estas precauciones a la hora de acudir a la cesárea van en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud OMS, que en varias ocasiones se ha mostrado preocupada por el incremento de estas operaciones y ha pedido que se recurra a ésta sólo cuando sea clínicamente necesario.
El organismo de Naciones Unidas critica que «a menudo» esta cirugía se realiza «sin necesidad médica», algo que expone tanto a las mujeres como a sus bebés a riesgos innecesarios de salud a largo y corto plazo, como se ha visto con este último estudio.
En este punto, insiste en centrarse en las necesidades del paciente y recurrir a la cesárea sólo cuando el parto vaginal pueda suponer un riesgo para la madre o el bebé, en partos prolongados, por sufrimiento fetal o si el bebé se encuentra en una posición diferente.
Ángela R. Bonachera
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