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Causas del aumento de la miopía en el embarazo

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Causas de la miopía en el embarazo
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Las mujeres miopes deben someterse a una revisión ocular durante el embarazo para valorar los posibles cambios que sufra su agudeza visual en esta etapa. Las estadísticas dicen que aproximadamente, el 10 por ciento de las mujeres embarazadas que tienen miopía registra un aumento de entre media y una dioptría a lo largo de su embarazo. La causa de este problema suele ser la retención de líquidos, que, entre otras cosas, afecta a la córnea y al cristalino.

Aunque en la mayoría de los casos la vista perdida se recupera después del parto, en un 20% de los casos se mantiene el aumento de dioptrías. Esta probabilidad aumenta con el número de dioptrías que se tienen.

Y además, las mujeres que utilizan habitualmente lentes de contacto para corregir la miopía pueden ver también reducida su tolerancia a las mismas durante la gestación y se vean obligadas recurrir a las gafas hasta después del parto. Esto se debe al cambio de la curvatura corneal y al descenso de la producción lagrimal durante el tercer trimestre.

La córnea y el cristalino del ojo durante el embarazo

La miopía en el embarazo

Los cambios de tamaño y grosor de la córnea y el cristalino son los causantes de las molestias oculares y de visión borrosa que se producen durante el embarazo.

La córnea y el cristalino son las lentes del ojo que tienen la capacidad de enfocar las imágenes en la retina de forma adecuada. «Durante el embarazo, la córnea puede sufrir un aumento del grosor central debido al proceso hormonal y a la retención de líquidos propia de la gestación», señala la Dra. María Capote, especialista en microcirugía de retina del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa de Madrid.

Respecto al cristalino, también se han descrito cambios en el grosor y curvatura lo que produce una pérdida de la capacidad de acomodación. En la mayoría de los casos estos cambios son leves y transitorios, aproximadamente a las 6- 8 semanas tras el parto desaparecen. Es por esto que no es recomendable, salvo excepciones, cambiar graduación de la gafa o variar las lentillas.

Mujeres con miopía elevada en el embarazo

En ocasiones, las mujeres que presentan una miopía elevada antes del embarazo tienen un mayor riesgo de que estos cambios en la visión permanezcan después del parto. Esto se debe al aumento de la retención de fluidos, pero también al de estrógenos, que tienen un factor trófico de crecimiento que, en algunos casos afecta a la madre y puede aumentar el tamaño del globo ocular que produce también cambios en la visión. Esta alteración puede afectar hasta a un 20 por ciento de las embarazadas con miopía elevada.

Por otra parte, las mujeres con miopía elevada deben tener más cuidado durante el parto y el periparto, ya, que son más proclives a sufrir un desprendimiento de retina. Para prevenirlo, en la medida de lo posible,es fundamental realizarse controles visuales periódicos.

«En los casos de mujeres embarazadas con enfermedades oculares asociadas como la miopía magna o el glaucoma sí es recomendable que sigan un control trimestral en su oftalmólogo de confianza», explica la Dra. Capote, al igual que aquellas con enfermedades sistémicas como la diabetes, la hipertensión u otras enfermedades autoinmunes.

Como conclusión, en el embarazo pequeños cambios en la visión son totalmente normales, pero ante cualquier duda lo más adecuado en siempre consultar con un especialista en oftalmología.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Dra. María Capote, especialista en microcirugía de retina del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa de Madrid.

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