MADRID, 29 Agosto
Investigadores del Hospital Princess Anne de Southampton (Reino Unido) y del Centro Médico Universitario de Utrecht (Holanda) aseguran que los abortos espontáneos recurrentes (en tres o más embarazos seguidos) podrían estar causados por un exceso de fertilidad, tras haber comprobado que el útero de algunas mujeres es demasiado eficaz para permitir el implante de embriones, e incluso acepta los que normalmente son rechazados.
Las conclusiones de este estudio aparecen publicadas en la revista ‘PLoS ONE’, y los autores de dicho hallazgo apuntan a que este descubrimiento podría servir para desarrollar un test que permita detectar esta condición en las mujeres.
El estudio se basó en la toma de muestras de los úteros de seis mujeres que habían tenido embarazos normales y de otras seis que habían sufrido abortos espontáneos recurrentes, situación que se da en una de cada cien mujeres en Reino Unido.
Tras esto se colocaron embriones de distinta calidad en un canal formado por dos líneas de células uterinas. Las células procedentes de las mujeres con una fertilidad normal comenzaron a crecer hasta alcanzar a los embriones de alta calidad, ignorando al resto. En cambio, las células «superfértiles» comenzaron a crecer hacia todos los embriones.
«Muchas mujeres afectadas por estos casos creen que simplemente están rechazando su embarazo y se sienten culpables», según ha explicado a la BBC el profesor Nick Macklon, especialista del hospital Princess Ann, que asegura que «la causa puede ser que son superfértiles y acogen embriones que normalmente no sobrevivirían hasta implantarse».
Esto haría que «cuando se implantan embriones débiles, pueden durar hasta dar positivo en un test de embarazo», agregó.
Sin embargo, esta teoría no explica todos los casos de embarazos fallidos, y hacen falta más pruebas, como apunta la doctora Siobhan Quenby, del Real Colegio de Ginecología y Obstetricia de Reino Unido, que insiste en investigar si esta condición puede ser detectada con un test o si es posible alterar esta excesiva receptividad.