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Fármacos antes de la gestación: cuidado con lo que tomas

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Si estás pensando en quedarte embarazada, antes de la concepción conviene revisar los medicamentos que tomas por si alguno de ellos pudiera inferferir con tu embarazo. Una visita a tu médico de familia o a tu ginecólogo resolverá todas tus dudas y te recomendará si hay alguna medicación que debas suprimir antes de quedarte embarazada.

Según una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud, alrededor de un 86% de las mujeres embarazadas consumen algún medicamento durante los nueves meses de gestación, siendo el promedio de fármacos consumidos por mujer embarazada de 2,9.

Con todo, la OMS alerta sobre todo del alto porcentaje de automedicación sin ningún tipo de control médico, que es el que puede acarrear más riesgos. No en vano, la incidencia de malformaciones congénitas mayores en los recién nacidos se estima en torno al 3%, de las cuales alrededor de un 5% estarían relacionadas con el uso indebido de fármacos, sobre todo en periodos cruciales del embarazo como la primera semana de gestación o el período de formación de los órganos vitales, que engloba de forma aproximada los dos primeros meses de embarazo.

Fármacos antes de la gestación

Y es que casi todos medicamentos tienen algún tipo de efecto secundario y pueden no ser seguros para la salud de la madre gestante o del embrión que está creciendo en su interior. Por este motivo, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) está alertando de que se lleve a cabo revisión de los medicamentos que la mujer consumía con anterioridad a la concepción, tanto en lo referente a su medicación crónica como a la que hubiese consumido en la periconcepción, para evitar posibles problemas de seguridad que puedan afectar a la salud de la madre y del feto.

Debido a la frecuencia con la que se usan fármacos durante el embarazo, unido a la limitada información aún existente sobre la seguridad de los mismos durante esta etapa vital, Ana Díez Alcantara, miembro de SEFAP y farmacéutica de atención primaria de la dirección asistencial noroeste de Madrid, advierte que «en caso de tener que utilizar medicamentos en el embarazo siempre es necesario valorar la información y la evidencia existente sobre el fármaco prescrito, individualizando en cada caso el beneficio/riesgo y considerando además que la omisión del medicamento puede ser también desfavorable para la embarazada». 

Recomendaciones sobre fármacos y embarazo

Además de la necesidad de llevar a cabo una reevaluación de los fármacos consumidos por parte de la mujer de forma previa al embarazo, desde SEFAP se apuntan otra serie de recomendaciones importantes a tener en cuenta por los prescriptores médicos:

1. Considerar a toda mujer fértil «como potencialmente embarazada» a la hora de recetar un medicamento o evitar, siempre que sea posible, la prescripción de fármacos «durante el primer trimestre de gestación», ya que es el más delicado y en el que existen mayores posibilidades de malformación fetal.

2. Prescribir solamente los medicamentos estrictamente necesarios, apostando en primer término por aquellos que tengan una experiencia contrastada de seguridad. Cuando sea necesario usarlo, «utilizar la menor dosis eficaz durante el menor tiempo de exposición al fármaco posible, y evitar siempre, en la medida de las posibilidades, la polimedicación», aconseja Díez Alcántara.

3. Informar sobre «los riesgos que lleva la automedicación» para el embarazo, y realizar un «trabajo de vigilancia» por si aparecen complicaciones al pautar un medicamento.

4. Informar de la existencia del Servicio de Información Telefónica para la Embarazada (SITE), del Instituto de Salud Carlos III, que a través del teléfono 91 822 24 36 atiende cada año alrededor de 5.000 consultas al año sobre mujeres embarazadas expuestas a potenciales factores de riesgo para el desarrollo embrionario/fetal.

Enfermedades crónicas en el embarazo

Aproximadamente, un 5 por ciento de las mujeres gestantes tienen que seguir tomando algún medicamento debido a su enfermedad crónica. Y se cree probable que «esta situación se haya incrementado en los últimos años por el notable incremento de la edad media de la maternidad en los países desarrollados», como apunta la portavoz de SEFAP.

Por este motivo, Ana Díez Alcántara recomienda «planificar la concepción» para solicitar asesoramiento médico previo y siempre que sea posible, «modificar el tratamiento pautado antes del embarazo». Y añade que «es fundamental transmitir a la madre que una enfermedad crónica no tratada o mal tratada puede poner en riesgo su salud, pero también la de su bebé», concluye.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Ana Díez Alcántara, miembro de SEFAP y farmacéutica de atención primaria de la dirección asistencial noroeste de Madrid

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