Mantenerse en forma es una misión que las personas deben cumplir en su día a día. Pero hay momentos en los que se puede dudar sobre si es pertinente practicar o no ejercicio, como por ejemplo una etapa tan delicada como es el embarazo. ¿Puede una mujer que está gestando una nueva vida realizar algún tipo de actividad física?
No solo puede, sino que debe. Un reciente estudio del grupo de investigación de Actividad Física-Deportiva en Poblaciones Específicas, perteneciente a la Universidad Politécnica de Madrid, ha encontrado pruebas de que el ejercicio físico moderado tiene importantes beneficios para la madre y para el feto. Un nuevo paso que arroja luz a la relación deporte- gestación, la cual tiene «más sombras que luces» tal y como explica Rubén Barakat, integrante de este grupo de investigación.
Mejoras en varios niveles
Según el profesor Bakarat, en los últimos años ha habido varias investigaciones centradas en cómo el ejercicio puede ayudar o beneficiar a la madre y al niño. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido. Para tratar de poner algo de luz en este sentido, el Comité Olímpico Internacional trabaja junto a la Universidad Politécnica de Madrid e este campo.
La intención de esta investigación es demostrar con el ejercicio moderado es inocuo para la madre y tratar de encontrar posibles beneficios de estas prácticas para la madre. Los primeros resultados presentados en este trabajo confirman la hipótesis de que la actividad deportiva suave en la gestación tiene resultados positivos tanto para la mujer como para el feto.
Unos beneficios que aparecen en distintos niveles. Los investigadores encontraron mejoras a nivel metabólico, cardiovascular e incluso de orden psíquico o emocional. Los responsables del estudio señalan este último beneficio como muy importante ya que evita la aparición de la depresión postparto que tanto afecta al proceso de crianza del niño, quien sin duda es el primer beneficiado en este aspecto.
Beneficios del deporte en el embarazo
Como indica esta investigación, es el ejercicio moderado el que aporta beneficios a la madre. El estado de la mujer le impide realizar actividades de alto rendimiento. En estos casos se recomienda como pilates, natación o salir a caminar. Siempre es recomendable comentar la decisión de hacer algún deporte con el ginecólogo para descartar esta posibilidad en caso de que haya algún riesgo.
En el caso de ponerse a hacer deporte, estos son algunos de los beneficios que recibe la madre al hacer ejercicio en el embarazo:
– Calma las molestias derivadas del crecimiento del bebé. Mientras el bebé va ganando peso, la espalda de la mujer se soporta estos kilos extra y el deporte ayuda a tonificar esta zona del cuerpo y fortalecer la musculatura.
– Ayuda a que a la madre descanse mejor después del ejercicio.
– Hace menor las posibilidades de depresión durante el embarazo o postparto
– Ayuda a controlar el peso durante el embarazo y se reducen los problemas derivados de los kilos de más en la gestación.
– Reduce el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, diabetes o de sufrir un parto prematuro debido a la obesidad o el aumento de peso excesivo durante esa etapa.
Damián Montero
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