Traer un hijo a este mundo es un proceso bonito a la par que complicado. No son pocos los problemas que pueden alterar la buena marcha del embarazo. Por este motivo se recomienda que la madre extreme sus cuidados para evitar que sus afecciones alcancen al bebé que está gestando.
Ya se sabe que la falta de ejercicio o la presencia de una mala alimentación durante el embarazo tienen serios efectos en el desarrollo del bebé. Ahora, un estudio realizado por el King’s College de Londres advierte de que la depresión en la madre durante la gestación puede tener consecuencias en el recién nacido.
Falta de respuesta
Para analizar los efectos de la depresión en las mismas embarazadas, los investigadores tomaron muestras de sangre en 106 mujeres. El objetivo era comprobar si esta alteración en el estado de ánimo en las madres tenía efectos similares a los de la inflamación que provocan algunas infecciones. Durante estos análisis también se recogió saliva de las mujeres para medir los niveles de cortisol.
Tal y como habían apuntado los investigadores, en los casos donde se había registrado un caso de depresión en madres, el cuerpo de la mujer había experimentado una inflamación similar a la que sucede en casos de infección. Por otro lado, los niveles de cortisol en las embarazadas con este trastorno en su estado de ánimo eran más altos que en el resto.
En el caso de los hijos de estas madres, los pequeños nacidos de madres con episodios de depresión, mostraron una menor respuesta a estímulos como el ruido o la luz. Por otro lado, presentaron un mayor nivel de estrés inmunológico a la hora de recibir las vacunas que se recomiendan en los recién nacidos. Es decir, experimentaban estas dosis con un mayor índice de ansiedad.
Tratamiento de la depresión en el embarazo
Al igual que en cualquier otro problema, es conveniente que al detectar los primeros síntomas de la depresión en el embarazo comience el tratamiento pertinente. La mujer gestante debe acudir al médico que esté asistiéndola durante el embarazo, los tratamientos habituales son los siguientes:
– Psicoterapia. En estas sesiones la paciente habla de sus sentimientos e inquietudes con un consejero o terapeuta.
– Grupos de apoyo. Son grupos de personas que se reúnen personalmente o en línea para compartir sentimientos y experiencias sobre ciertos temas.
– Medicamentos. En estos casos la relación con el ginecólogo debe ser muy estrecha por el peligro de los antidepresivos en el embarazo. Aunque el riesgo suele ser bajo, no hay que descartar estos efectos.
Damián Montero
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