El tiempo comienza a cambiar, el mercurio desciende y el invierno se avecina. Al igual que ocurre durante el otro solsticio, el de verano, las temperaturas obligan a seguir una determinadas rutinas para asegurar una buena salud. Unas prácticas que deben ser tenidas en cuenta, en especial, por aquellos sectores de la población que se consideran más vulnerables, como las embarazadas.
Con el fin de asegurar un correcto estado de salud a las mujeres embarazadas, las mujeres que se encuentren en estado de gestación deben tener en cuenta una serie de normas para asegurar tanto su salud, como la del bebé que se encuentra en su vientre. De esta forma el invierno pasará sin mayores complicaciones.
Cuida tu alimentación y tu ‘look’ premamá
El invierno es sinónimo de bajas temperaturas. Por ello, no es de extrañar que el primer consejo que se brinde a las madres es que se aprovisionen de ropa que les ayude a encarar la bajada de los termómetros. Los especialistas aconsejan utilizar varias capas finas en lugar de una gruesa, de esta forma las mujeres se podrán adaptar a distinto entornos como son las habitaciones con calefacción. De esta forma será posible evitar los sofocos.
La dieta también debe ser vigilada por las madres. El invierno es una época marcada por fiestas como la Navidad en donde las comidas familiares pueden hacer que el menú de las embarazadas se altere. Hay que evitar los excesos y seguir las pautas recomendadas para las gestantes. Es importante controlar el peso y otros problemas relacionados con una mala nutrición como la diabetes gestacional.
Ejercicio e higiene para evitar contagios
Durante el invierno las temperaturas bajan y el clima empeora. Pero las embarazadas deben procurar introducir el ejercicio en sus rutinas semanales para aprovechar los beneficios que aseguran estas prácticas. Si quedan dudas sobre qué rutinas son las mejores para la gestación y qué medidas aplicar para realizarlas sin problema, se puede acudir al especialista que esté revisando a la futura madre para dar varios consejos.
La higiene debe ser también una nota común ya no solo en las embarazadas, sino todos en casa. El invierno es la época en donde hacen acto de presencia virus como la gripe que son transmitidos con facilidad. Por ello, hay que asegurar ciertas medidas para evitar que estos lleguen a la mujer, entre estas prácticas lavarse las manos no debe faltar nunca al llegar a casa.
Gripe y embarazo
Las mujeres embarazadas representan uno de los grupos de riesgo en lo que a la gripe se refiere. Tal y como indican desde el Hospital Sant Joan de Déu, durante el embarazo las defensas experimentan cambios, haciendo más difícil enfrentar este virus. Un motivo bastante claro por el que hay que extremar las precauciones para prevenir dichos problemas de salud en las madres.
La recomendación es que la mujer se vacune, ya que aunque una gripe leve no perjudica tu embarazo ni a tu hijo, si en caso de empeorar sí que podríais estar en riesgo. Síntomas como la fiebre alta pueden conllevar, por ejemplo, un parto prematuro o bebés de bajo peso. Además de este inyectable, los profesionales de este centro hospitalario brindan las siguientes recomendaciones:
– Evitar el contacto próximo con personas enfermas de gripe, y no compartir comida ni utensilios (vasos, cubiertos, pañuelos) u otros objetos sin limpiarlos adecuadamente.
– Evitar tocarse los ojos, la nariz y la garganta. Usa pañuelos de un solo uso.
– Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con una solución alcohólica desinfectante (especialmente después de tocar superficies comunes como barandillas, pomos de puerta, elementos de sujeción del transporte público, teclados, etc.).
– Ventilar con frecuencia los espacios cerrados abriendo las ventanas.
Damián Montero
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