Ser madre es una de las cosas más bonitas que suceden en la vida. Traer a un nuevo ser humano a este planeta y educarlo para ser una persona ejemplar es algo hermoso a la par que difícil. El embarazo es un proceso muy importante y que requiere de mucha responsabilidad, tarea que se extiende más allá después del alumbramiento.
Esta responsabilidad también aparece antes de que se produzca el embarazo. A la hora de traer una nueva vida a este mundo hay que tener muchas cosas en cuenta y la consulta pregestacional puede ayudar a solucionarlas. Tener contacto con el ginecólogo desde el primer momento ayudará a que este proceso sea más tranquilo.
Qué es la consulta pregestacional
La consulta pregestacional «es una entrevista con el ginecólogo para evaluar las condiciones de salud de partida. En la mayoría de los casos nos sirve para garantizar que todo va bien y que no hay problemas, pero muchas veces encontramos algunos con fácil solución antes del embarazo que la paciente no sabía que tenía. O puede que haya alguna leve complicación de salud o algún antecedente que la futura mamá desconocía que pudiera tener incidencia en el curso de su embarazo. Conviene tenerlo todo controlado antes de empezar», explica el doctor Carlos Piñel, ginecólogo del Hospital Quirónsalud San José.
Este especialista afirma que gracias a estas consultas pregestacionales se puede evaluar el «riesgo reproductivo» y analizar el estado de la mujer para analizar posibles problemas de salud. Gracias a esta revisión se pueden encontrar posibles dificultades que terminen por provocar un riesgo en el embarazo, tanto para la madre como para el embrión.
La finalidad de esta consulta pregestacional es dar unos consejos generales de salud y «valorar si existen circunstancias que puedan interferir o complicar el curso del embarazo». De esta forma se pueden detectar si algunos medicamentos habituales, exposiciones ambientales, hábitos perjudiciales, etc. pueden afectar a la gestación y poner fin a estas condiciones peligrosas.
La consulta pregestacional: bienestar en el embarazo
El primer paso de la consulta preconcepcional será una entrevista médica donde se aborden antecedentes familiares, enfermedades actuales o ya pasadas, infecciones antiguas, cirugías anteriores, alergias, hábitos poco saludables y el nivel de ejercicio que practica habitualmente la mujer. «También es fundamental investigar sobre embarazos previos, pues, en muchas ocasiones, el devenir de un embarazo es muy importante y puede dar pistas acerca de posibles complicaciones en los siguientes», añade el doctor Piñel.
A este paso continuará una exploración física y pruebas complementarias donde valorar una correcta estructura de los genitales externos e internos mediante una revisión y una ecografía. «Por ejemplo, en ocasiones hay pequeñas malformaciones, pólipos, miomas dentro del útero que pueden dificultar la implantación del embrión. De este modo se detectan y, si es preciso, se corrigen para mejorar las posibilidades de concepción», concluye el doctor Piñel.
A estas pruebas también hay que añadir otras como un hemograma para descartar anemia o problemas con las plaquetas, el grupo sanguíneo, la concentración de glucosa en sangre, la funcionalidad del hígado y del riñón, las hormonas tiroideas, las serologías de enfermedades infecciosas (que informan de las infecciones que la paciente ha pasado, las que no y para las que es inmune), la orina, etc.
Por otra parte también habrá que evaluar talla y el peso de la madre puesto que la obesidad y el sobrepeso disminuyen las probabilidades de concebir y tienen mayor incidencia de complicaciones a lo largo del embarazo, como diabetes o hipertensión arterial. «Conseguir un índice de masa corporal adecuado antes del embarazo evita muchos problemas más adelante», concluye el doctor Piñel.
Damián Montero
Te puede interesar:
– 5 pruebas ginecológicas imprescindibles