¿Calor o frío, qué es mejor para la embarazada? Cuidar de un hijo es una labor que comienza desde mucho antes de que este llegue al mundo. La tarea de una madre empieza desde que el niño está en su vientre y por ello ya en el embarazo se deben tener en cuenta multitud de puntos con el fin de evitar problemas que pongan en peligro tanto al feto como a la mujer que lo está gestando.
Desde la dieta hasta las temperaturas deben ser tenidas en cuenta para evitar complicaciones en el embarazo. Este último punto puede ocasionar en diabetes gestacional tal y como sugiere un estudio del Hospital de St. Michael de Toronto. En este trabajo se ha analizado la relación entre el calor y los posibles problemas que puedan pasar tanto la madre como el bebé durante la gestación.
¿Calor o frío para un mejor embarazo?
La subida de temperaturas es algo que puede hacer que las personas se sientan más fatigadas, se deshidraten más rápido e incluso puedan sufrir un golpe de calor. Pero en el caso de las embarazadas, la subida del termómetro tiene otros efectos que influyen directamente en su gestación. En concreto, las mujeres que pasan por este proceso durante el verano tienen más posibilidades de desarrollar diabetes gestacional.
Los investigadores quisieron comprobar cómo se relacionaba temperatura y embarazo a través de los datos recogidos de 500.000 nacimientos producidos en el área de Toronto durante los últimos años. En concreto se compró la temperatura media que había en los 30 días previos a la prueba de diabetes a la que se sometían las madres.
En el grupo conformado por aquellas madres que habían pasado por un periodo de frío antes de someterse a esta prueba, únicamente el 5% de estas mujeres había presentado diabetes gestacional. Sin embargo, conforme se aumentaba el termómetro en unos 18º, la probabilidad de desarrollar esta afección aumentaba. Un resultado que da un motivo más a las embarazadas para tener en cuenta la temperatura como posible factor de riesgo.
El calor, un factor de riesgo en el embarazo
Los investigadores señalan que este estudio sólo supone poner sobre la mesa una relación entre temperatura y grasa corporal. Todavía queda por encontrar la causa que explique por qué el calor es un factor de mayor riesgo en las embarazadas. Joel Zonszein, uno de los autores de este trabajo señala como posible causa la actividad de unas células llamadas grasa marrón que se encargan de quemar energía en el organismo.
Otras investigaciones destacan que la grasa marrón funciona con mayor celeridad en los climas fríos, lo cual contribuye a mantener un peso adecuado en las mujeres. Este control hace que los niveles de azúcar en la madre se estabilicen haciendo que exista menos probabilidad de desarrollar diabetes gestacional.
Al mismo tiempo, los investigadores señalan que las futuras madres también deben tener en cuenta otros factores de riesgo en el desarrollo de la diabetes gestacional como el riesgo genético. También se debe cuidar la alimentación de la mujer embarazada con el fin de controlar el peso de la misma. Estos son algunos consejos premamá para mantener alejada este problema de salud:
– Dividir las comidas en seis ingestas diarias, espaciadas en tramos de dos horas, siendo la comida y la cena las dos comidas principales para evitar la hipoglucemia por el período de ayuno y por el mayor desgaste calórico.
– Debe de seguir una dieta rica en frutas y verduras, con presencia regular de carnes y pescados blancos: pollo, pavo, merluza, lubina…
– Elegir métodos de cocción bajos en grasas: plancha, vapor, hervidos.
– Evitar dulces, refrescos, zumos elaborados y repostería industrial.
– Mantener un consumo adecuado de calcio.
– Realizar ejercicio suave y de forma regular ayudará a controlar la diabetes.
Damián Montero
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