Las preocupaciones de una madre comienzan mucho antes de que el niño llegue a este mundo. Mientras el bebé está en el vientre muchos temas pasan por la cabeza de la madre, desde si estará durmiendo en una buena postura para evitar daños al pequeño en su vientre, hasta si será capaz de afrontar su crianza una vez nazca. Otro de los asuntos que también pueden quitar el sueño es sentir que no hay demasiado movimiento.
Muchas madres se temen lo peor cuando sienten que el bebé no se mueve en el vientre. ¿Hay que preocuparse? Desde NHS Choices se explica que cada embarazo es distinto y que comparar una gestación con otra puede dar lugar a preocupaciones innecesarias. Siempre ha de ser un especialista quien determine la gravedad del problema.
Motivos para la falta de movimiento del bebé
La doctora Bárbara Boker explica que en torno a las semanas 16 y 22 de embarazo la madre ya puede ir sintiendo el movimiento de su bebé en el vientre. Sin embargo, hay ocasiones en las que estas sensaciones no pueden aparecer. Hay distintas explicaciones para estas situaciones. Esta especialista destaca las siguientes:
– Reposo. La falta de movimiento puede deberse a que el bebé simplemente está en estado de reposo. Los niños también duermen dentro del vientre y la falta de esta sensación puede significar que el pequeño está descansando.
– Ubicación de la placenta. En aquellos casos en donde la placenta está ubicada en la cara anterior del útero, la que está junto al ombligo, la madre puede no sentir los movimientos del bebé con la misma facilidad que en otros casos. En estas situaciones, es probable que se tarden algunas semanas más en sentir los movimientos.
– Recta final del embarazo. Los movimientos del bebé por lo general cambian al final del embarazo. En estos momentos ya no serán tan exagerados como al principio porque que el niño está creciendo y el espacio donde vive es más estrecho.
Controlando el movimiento del bebé
Si bien hay motivos para entender que la falta de movimiento en el bebé no siempre es mala, los expertos recomiendan controlar este asunto desde las 28 semanas de gestación. Se aconseja que los padres mantengan un registro de los movimientos del niño durante los periodos en los que está más activo. En el caso de no sentir nada, existen métodos para provocar estas respuestas:
– Cambio de posición. La madre puede intentar acostarse con las piernas en alto, en un ángulo de 45 grados, apoyadas sobre un sofá o bien, en la posición de gato, apoyando rodillas y codos sobre una almohada. Estas posturas pueden provocar la respuesta del bebé en forma de movimiento.
– Hablar al bebé. A lo largo del embarazo es muy probable que el tu bebé se quede con las voces de sus padres y reaccione moviéndose al escucharlas.
– Escuchar música. Los estímulos sonoros como la música también pueden provocar una reacción del bebé ante el ritmo de la melodía.
De igual forma, los especialistas recomiendan a los padres que controlen el movimiento de sus bebés en el vientre en los siguientes casos considerados como embarazos de riesgo:
– Obesidad o sobrepeso de la madre.
– Baja presión sanguínea o hipertensión arterial.
– Diabetes.
– Insuficiencia renal.
– Envejecimiento placentario.
– Desprendimiento de placenta.
– Interrupción en la circulación umbilical, compresión o accidentes en el cordón.
– Disminución del líquido amniótico.
Aunque todas las madres se preocupan cuando sienten que el bebé no se mueve en el vientre, es importante mantener la calma y consultar siempre a tu ginecólogo para salir de dudas.
Damián Montero
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