El verano supone una importante reconexión con el ocio por parte de los estudiantes. Después de meses y meses de dedicación académica, es el momento de desconectar (no del todo) y por fin ver esa serie o revisionar las películas favoritas. Algo que se ha vuelto fácil gracias a las nuevas plataformas de streaming y de servicios audiovisuales a la carta.
Pero cuando las vacaciones terminan, regresan las obligaciones escolares: estudiar, hacer las tareas, cumplir con los trabajos escolares… No son pocas las responsabilidades que llegan con la vuelta al cole. Un regreso que choca con la tendencia de «un capítulo más y me pongo» que han traído los nuevos servicios audiovisuales en línea. Pero a los padres les toca imponerse y establecer buenos hábitos de consumo como los que se recomiendan desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap.
Consejos por edades
Cada etapa en la vida del niño es distinta y por ello, serán distintas pautas las que marquen su consumo audiovisual. Por ello, desde AEPap se establecen las siguientes recomendaciones atendiendo a la edad de los hijos:
– Menores de 2 años. Consumo muy limitado, sólo cuando el adulto está presente y visionan contenido juntos.
– De 2 a 5 años. Un límite de no más de una hora al día y que se conjuguen con otras actividades que impidan el sedentarismo. El contenido debe ser educativo y escapar de la violencia.
– De 5 a 13 años. Elegir programación de calidad y ver los programas junto a los hijos, evitar que vean estos contenidos a solas. Informarse de los contenidos más populares y los valores que estos pueden transmitir.
– A partir de 13 años. A esta edad aumenta la autonomía de los hijos, por ello los padres deben interesarse por los contenidos que este consume o desea consumir. Es importante establecer zonas sin pantallas, como las habitaciones, al igual que un horario estricto que impida que este consumo impida que cumpla con sus obligaciones o con un correcto descanso.
Recomendaciones generales
Si bien cada edad es distinta, sí que hay recomendaciones generales para todas las edades:
– La televisión debe estar fuera de las habitaciones
– Es bueno compartir los con los hijos, criticar y fomentar valores.
– La televisión no es una niñera.
– Los padres deben encargarse de establecer la diferencia entre ficción y realidad.
– Estimular a los niños a leer, jugar y hacer ejercicio para que su ocio no se centre plenamente en los contenidos audiovisuales.
– Aprovechar las aplicaciones de control parental que integran muchos de estos servicios para asegurar que el contenido que consumen los niños es adecuado.
Damián Montero
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