Vivimos en un mundo en el que cada vez empleamos el mundo virtual para cualquier actividad rutinaria debido a la evolución constante de las nuevas tecnologías. Por supuesto, esta evolución ha revolucionado las diferentes maneras de entretenerse, generando una atracción considerable a nuestros niños y a los no tan niños. Por tanto, nuestros hijos deberían desarrollar capacidades para poder desenvolverse y optimizar los beneficios que ofrecen los videojuegos.
La importancia de los videojuegos y su impacto en el desarrollo infantil afecta a millones de niños y niñas. Los videojuegos han desarrollado un papel fundamental en el entretenimiento, ámbito esencial en la evolución de nuestros hijos.
Son muchos los padres que padecen sentimientos de preocupación, incertidumbre e indefensión al percibir como sus hijos pasan horas jugando a los diferentes videojuegos que ofrece el mercado. También son los profesionales de la salud, los que alertan sobre las consecuencias negativas de la exposición prolongada a la pantalla del ordenador, aislados de la realidad.
No obstante, los videojuegos también pueden potenciar la capacidad intelectual, emocional y personal, siempre que se haga un uso adecuado de los «reyes del entretenimiento».
Por naturaleza, el juego es la estrategia principal en el que el niño construye, imita y crea divirtiéndose. Sin embargo ¿qué ocurre con los videojuegos? ¿Por qué enganchan de una manera tan sencilla a nuestros menores? ¿Cuántos tipos de videojuegos existen?
Tipos de videojuegos para niños
Es recomendable que los padres conozcan a qué tipo de videojuegos juegan sus hijos, diferenciando unos y otros y entendiendo las razones de porque producen «enganche» a los niños:
1. Videojuegos de plataformas: ofrecen diferentes niveles aumentando la complejidad entre sí. De esta manera, se promueve la rapidez en la ejecución del pensamiento para poder superar el nivel. Por supuesto, también puede producir una gran fatiga que obstaculiza la concentración en actividades posteriores.
2. Videojuegos de simulación: imitan la conducción de vehículos a motor con diferentes misiones. Favorecen la coordinación de la visión con el movimiento planificando estrategias para ir superando las puntuaciones anteriores. Por el contrario, las partidas pueden ser muy largas reduciendo el tiempo para otras actividades o generando fatiga.
3. Videojuegos de estrategia deportiva: simulan la ejecución de un deporte convirtiéndose en los más usados. Una de sus ventajas, es que promueve la cooperación y el trabajo en equipo, ya que permite la posibilidad dos o más jugadores.
4. Videojuegos de acción o lucha: promueven los combates cargados con altas dosis de acción y violencia. Numerosos estudios indican que no es que vuelvan a los niños agresivos (promueven la hostilidad y la vulnerabilidad) pero si potencian la violencia en menores que tienen predisposición a ella.
5. Videojuegos de rol: el jugador desarrolla la identidad de un personaje que debe ir desarrollando sus capacidades tanto físicas como de poderes. Sus aventuras se desarrollan en mundos hostiles y cargados de fantasía.
A pesar de las diferencias entre los tipos de videojuegos que existen, tienen un factor en común: establecen retos que si son superados, la autoestima del menor aumenta generando satisfacción a corto plazo facilitando un sutil enganche.
Beneficios del buen uso de los videojuegos
En resumen, si el uso de los videojuegos es adecuado ofrece los siguientes beneficios:
– Herramienta positiva para motivar a los niños a competir, lo que puede ser positivo para la escuela y la vida misma.
– Cohesión grupal.
– Planificación de estrategias.
– Coordinación de movimientos.
– Fomento de las capacidades cognitivas: memoria, atención, percepción, procesamiento de la información y ejecución.
Por el contrario, si el uso es descontrolado, pueden generar los siguientes efectos:
– Conductas abusivas que pueden generar adicción.
– Aislamiento.
– Deterioro de las habilidades sociales.
– Fomento de la tendencia a la violencia.
– Sentimientos de ansiedad, rabia y frustración.
– Consecuencias físicas como taquicardia, aumento del cortisol o desarrollo de obesidad debido al sedentarismo.
Como en muchos otros aspectos que están relacionados con los niños, los padres juegan un papel fundamental en cuanto al uso de los videojuegos por parte de sus hijos.
Para ello, los padres deben conocer la tipología de los videojuegos, sus consecuencias positivas y negativas en función del uso y del tiempo que se le ofrezca. También es muy importante, establecer unos límites a través de horarios adecuados que reduzcan el tiempo de exposición para obtener los resultados positivos que ofrecen los videojuegos. Además, se debe evitar instalar el ordenador o la consola en la habitación de los hijos para favorecer la supervisión y el respeto de los horarios establecidos.
Como bien sabemos, el juego permite al niño desarrollar su aprendizaje de una manera divertida y fomentando su autoestima. Los videojuegos, también pueden ser una herramienta muy práctica para fomentar la interacción entre padres e hijos fortaleciendo la relación paterno-filial.
Ángel Bernal Caravaca. Psicólogo y Mediador. Cofundador de Lomber Soluciones Cyberbullying.
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