Luchar contra un enemigo que se esconde y que lo tiene fácil para pasar desapercibido es muy difícil. Este es uno de los problemas a la hora de combatir el ciberbullying: internet permite que estos casos se oculten tanto por parte del acosador como de la víctima ya que al realizarse dentro de un ámbito privado no hay testigos.
Por desgracia con el aumento de la conexión a internet los casos de ciberbullying han aumentado tal y como sugiere UNESCO en su informe «Ending the Torment: Tackling bullying from the schoolyard to cyberspace«. Los datos de este trabajo son claros al respecto: en los últimos años los casos de este tipo de acoso en la red han crecido.
El ciberbullying está demasiado extendido
Para conseguir estos datos UNESCO cruzó los datos de más de 100.000 estudiantes de 19 países de todo el mundo. A ellos se les preguntó por su relación con el ciberbullying: si lo han sufrido, si han sido testigos de algún caso, si lo han ejercido, si lo han denunciado, etc. Lo que más sorprende de este estudio es que al menos dos tercios de los alumnos participantes contestaron que en alguna ocasión habían sido acosados a través de Internet.
Por otro lado un 8% de los alumnos encuestados reveló que sufre ciberbullying casi a diario y que este problema es habitual en ellos. Algo que sorprende aún más al comprobar que 9 de cada 10 estudiantes afirman que este acoso es muy grave y que lo condenan tajantemente. Es decir, existe una idea de lo que puede suponer este tipo de violencia pero se sigue ejerciendo a pesar de todo.
Proliferación del ciberbullying en Internet
El aumento de los casos de ciberbullying se explican desde UNESCO con una sencilla razón: han crecido los dispositivos de conexión a internet y la red está muy presente en todos estos hogares. «Duran los últimos tres años, han aumentado un 87% las denuncias por esta forma de acoso en todo el mundo. La falta de recursos y que aún se mantenga invisible para profesores y centros educativos entorpece su solución», afirman los responsables de este estudio.
A día en Europa al menos el 80% de la población joven de entre 5 y 14 años posee un smartphone con conexión a internet. Un instrumento desde el cual se puede tanto realizar ciberbullying como recibirlo y lo que es más importante, ocultar estos casos debido a que al contrario que el ordenador este dispositivo no está en un lugar común desde el que pueda ser vigilado. Por tanto no es de extrañar que esta modalidad de acoso haya pasado de un 8% en 2010 a un 12% según los últimos datos.
El ciberbullying más difícil de detectar que el acoso en el aula
Mientras que el acoso que sucede en un aula puede detectarse con facilidad, esta modalidad es muy difícil de apreciar. Lo cual hace que cualquiera pueda ser víctima de este ciberbullying. Crearse un perfil falso en redes sociales y entrar para encontrar a sus compañeros y torturarlos con insultos y otro tipo de vejaciones no es algo que cueste mucho trabajo a las personas.
Por este motivo se recuerda a padres y profesores la necesidad de educar lo mejor posible sobre las nuevas tecnologías. Hay que trasladar a los niños que lo que tienen entre las manos es un instrumento de comunicación no un juguete, por lo que deben tratarlo con responsabilidad. También hay que asegurarse de que no estén todo el día con el móvil o con el ordenador. Otro instrumento de control es crearse un perfil en redes sociales y seguir de cerca la actividad del menor.
Damián Montero
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