Durante las celebraciones navidañas, las familias nos encontramos sumergidos en plena vorágine consumista, que hace que cada vez sea más difícil encontrar el verdadero espíritu navideño. Sin embargo, es importante pararse a reflexionar y pensar un poco en este tema para transmitir a nuestros hijos los valores que les ayudarán a crecer y que no podemos perder.
No obstante, hablar y hablar sobre la necesidad de dar generosidad, amabilidad, transmitir generosidad, hacer gala de la tolerancia… no es suficiente. ¿Por qué? porque los niños aprenden con el ejemplo y en su memoria se queda antes grabado un hecho que han vivido que una charla paternal.
Ideas para poner en práctica el espíritu navideño
Para poner en práctica los verdaderos valores del espíritu navideño repasamos algunas actividades y valores sociales que ayudarán a los padres a tomar cierto control sobre la percepción que los más pequeños tienen de estas fechas.
1. Gratitud: una práctica que ayuda a los niños a valorar lo que tienen y lo que reciben, es hacerles sentir que pueden aportar algo propio para ayudar a los demás. Una buena actividad para enseñar a los niños el valor de la gratitud es enseñarles a hacer una bolsa o caja de regalos para los niños que no tienen, seleccionando ellos mismos, entre su ropa y juguetes que ya no usan porque ya «son mayores».
2. Generosidad y solidaridad: una buena idea para hacerles partícipes de determinadas acciones de generosidad y generosidad es invitarles a colaborar en las «operaciones kilo», o la compra de artículos «solidarios». Así ellos también podrán introducirse en el comercio justo y fomentar el orgullo de compartir.
3. Empatía: en estas fechas de vacaciones en las que nos reunimos con los familiares, se pueden fomentar acciones dirigidas a cuidar de los más mayores: llevar a los abuelos a desayunar, de paseo, ayudarles a hacer la compra o a vestirse si lo necesitasen. No se trata tanto de hacer algo especial, sino de dar mayor relevancia a las acciones diarias o habituales que puedan hacer por ellos.
4. Familia, unión y amistad: los encuentros navideños con familiares y amigos son una ocasión estupenda para fomentar en los jóvenes sentimiento de amistad y unión.
5. Humildad: una de las acciones que les enseñará el valor de la humildad y el sacrificio, es proponerles pedir en su carta a los Reyes Magos un regalo para otra persona, enseñándoles a determinar qué necesitan y qué no. Por ejemplo, se les puede orientar y, limitando los regalos, proponerles que uno de ellos sea algo que necesitan, otro que les apetezca, otro que les enseñe algo y un último regalo para una persona que lo necesite.
Marina Berrio
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