El aprendizaje no es un proceso sencillo, en él entran en juego muchos aspectos, desde el ambiente en el que se cría el niño hasta posibles problemas que pongan trabas a su atención en el colegio o a sus sentidos en a la hora de estudiar. Un ejemplo es una vista deficitaria que puede hacer que el estudiante tenga problemas a la hora de repasar sus temarios y de leer los distintos textos del colegio.
En este punto hay que destacar la terapia visual como solución a varias dificultades del aprendizaje en menores. Una propuesta que realiza la Sociedad Internacional de Optometría del Desarrollo y del Comportamiento, SIODEC, organismo que destaca que uno de cada dos niños que sufre problemas de aprendizaje, presenta algún tipo de anomalía en este sentido.
Visión y aprendizaje
SIODEC también ofrece otros datos a partir del estudio Eficacia de la Terapia Visual en niños con problemas de aprendizaje y anomalías asociadas a la visión binocular, realizado por Elite School of Optometry y en el que participaron un total de 94 niños con dificultades de aprendizaje. Gran parte de estos problemas en su educación era causada por estos problemas en su vista.
Un 60% de estos menores con dificultad de aprendizaje presentaron anomalías en la visión binocular. Es decir, una mala coordinación entre ambos ojos, lo que produce un cruce de información que confunde al cerebro. En este punto, se advierte a la comunidad educativa sobre la necesidad de fijarse en pequeños detalles para poder advertir síntomas de este problema.
Entre los síntomas que se destacan, y que también pueden reconocer los padres aparecen los problemas de lectura, concentración o escritura, como que salte palabras, o que el niño no comprenda bien lo que lee o cambie el tamaño de la letra en un mismo texto. Otros detalles que pueden poner en alerta a los profes es la dificultad al reconocer lo escrito en la pizarra o guiños constantes cuando trata de identificar los caracteres que aparecen en ella.
Terapia visual
En este punto la misión de la terapia visual es, en primer lugar, evaluar el procesamiento de la información y las habilidades que el niño posee en este sentido, y que pueden ocasionar interferencia en el proceso de aprendizaje del alumno. Se trata de un tratamiento individualizado en el que el paciente trabaja una serie de procedimientos protocolizados para reconocer problemas y crear nuevas habilidades y nuevas funciones en su sistema visual.
La aplicación de este tipo de tratamientos podría reducir el elevado índice de fracaso escolar existente en España. Gloria Hermida, presidenta de SIODEC, explica que «la terapia visual es un entrenamiento basado en la repetición de una serie de ejercicios, tanto en la consulta del optometrista como en casa, que permite desarrollar y mejorar las condiciones visuales del paciente y, por tanto, depurar los problemas de aprendizaje que repercuten en su rendimiento escolar».
Damián Montero
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