Las ventajas educativas de los buenos contenidos digitales a través de las pantallas son muchos. Sin embargo, hay que usar estos medios de comunicación con cierta medida. Quizá nos aprovechamos demasiado de la fascinación que ejercen sobre nuestros hijos y caemos en la llamada tendencia canguro de las nuevas tecnologías. Dejamos que las pantallas tranquilicen a los niños, cuando no hay otro modo de que se callen.
Siempre que se empeñan y patalean consiguen ver los dibujos animados. Se calman, sí, pero se acostumbran a tiranizar y se convierten en esclavos (ellos y nosotros) de un dispositivo electrónico y ya sabemos que no estamos exagerando cuando decimos que puede crear adicción.
El entretenimiento pasivo de las nuevas tecnologías
Fomentar demasiado el uso de las pantallas de las nuevas tecnologías como diversión, o bien como entretenimiento pasivo para los niños cuando nosotros no podemos jugar con ellos o llevarles al parque, puede recortar la actividad propia de esos años: jugar, correr, moverse, etc. Estas han de ser las actividades que más tiempo le lleven, es su modo de aprender. Hay que procurar evitar no utilizar las nuevas tecnologías como tendencia canguro o soborno audiovisual y que esto se convierta en una diversión solitaria para los niños: además conviene que vea videos con sus padres o, al menos, con varios hermanos o amigos.
Ver películas y dibujos animados a través de las pantallas ha de ser una actividad más, entre muchas, de su tiempo libre. Con creatividad e imaginación hemos de ofrecerle alternativas tan agradables como un buen vídeo de dibujos con las que no se aburran. Podemos ponernos a pintar con él, dar un paseo, ir a ver una función de títeres… A estas edades, más importante que ver películas es, por ejemplo, iniciarles en la lectura de sus primeros cuentos. Los libros requieren una postura activa, una imaginación constructiva. Ante las películas y otros productos del mundo audiovisual nos dejamos llevar.
Fomentar el pensamiento crítico
Para potenciar todas las ventajas educativas que supone el visionado de películas y videos para los niños es necesario fomentar su pensamiento crítico procurando, siempre que podamos, ver los videos con nuestros hijos.. .A estas edades ya podemos ir fomentando una postura activa a la hora de ver televisión y películas. Se puede iniciar la costumbre de comentarlas… y para ello hay que verlas con los hijos.
En la infancia resultará muy fácil: «has visto qué bueno es el conejito«, «a ti no te gustaría ser como el malo, ¿verdad?». Si comenzamos ahora, labrando día a día esa confianza, tendremos ganada una gran batalla en la adolescencia.
Actuaciones de los padres ante las pantallas
Hay cuatro actuaciones esenciales para desarrollar todas las posibilidades de las pantallas:
1. Permanecer atentos a las reacciones de nuestros hijos ante las distintas escenas y controlarlas. Por ejemplo, si siente miedo, inseguridad…
2. Explicarles lo que ven y su relación con la vida cotidiana. Si son películas de fantasía, por ejemplo, les podemos hablar de las hadas, de los gnomos…
3. Actuar de filtros, ofreciendo los porqués a las preguntas que le suscitarán. También podemos tomar la iniciativa nosotros. El poder educativo de lo que ve se refuerza si estimulamos un principio de reflexión sobre lo que capta.
4. Aprovechar los buenos valores que se destacan en la película para fomentarlos. Por ejemplo, comentándolos con nuestro hijo al terminar la película.
Bambi, de Walt Disney
Algunas películas consideradas para niños poseen un valor poético difícil de captar para una mentalidad infantil. La propia película de «Bambi», por ejemplo, que ha sido considerada por muchos como modelo de cine infantil, comienza con la muerte de la madre por los hombres, visión claramente desaconsejable para un niño de pocos años.
Tomando como ejemplo este clásico, si vemos la película con nuestro hijo, podemos llevar a cabo las cuatro actuaciones mencionadas en el texto:
1. Muerte de la madre. Probablemente, llore. Le explicaremos que no es normal que se mueran las madres si no es por accidente. Mamá siempre estará con él.
2. Durante la película se suceden las estaciones. Podemos hablar con los niños del paso del otoño al invierno, de lo que ocurre en cada una.
3. Los hombres cazadores. ¿Son o no son «malos»?, se planteará. Le diremos que depende del objetivo: cazar para comer; o cazar para divertirse y hacer sufrir.
4. Valores que podemos aprovechar:
– La amistad de Bambi-Tambor
– La valentía y reciedumbre del padre
– La ternura de la madre
Rocío Serrano
Asesoramiento: José Luis Varea y Javier de Alba. Expertos en educación y autores
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