Cuesta acostumbrarse al día a día del curso académico. Nos supone una vuelta al estrés con peleas constantes por situaciones siempre repetitivas. Con algunos trucos sencillos, la vida cotidiana se vuelve mucho más fácil y evitamos los momentos de tensión.
1.Despertaos con tiempo, así no hay agobios ni gritos. Si la mañana empieza bien, el resto del día va rodado. Aunque nos dé pena «robarles» un ratito de sueño cuando los vemos tan plácidos sobre la almohada, despertarlos un rato antes nos garantiza que vamos con tiempo suficiente y evitamos el estrés de última hora que nos hace perder los nervios.
2.Que preparen las cosas el día anterior para ir con calma. La ropa del día siguiente, la mochila, el material de las extraescolares. Si los acostumbramos desde pequeños a dejarlo todo listo, conseguiremos que las mañanas sean más sencillas y, además, cuando haya algún problema como que no encuentren algo o que haya que planchar a última hora, tendremos tiempo suficiente y no nos agobiamos.
3.Si puedes, merienda con ellos. A esa hora cuentan mucho. Aunque a veces es complicado porque hay que conciliar trabajo y familia, siempre que se pueda, merece la pena disfrutar del rato de la merienda, juntos, con calma, para charlar sobre el día. Salen con muchas experiencias del colegio y están tan frescas que están dispuestos a contárnoslas.
4.Ayúdales a organizar sus deberes pero no a hacerlos. Nuestros hijos pueden enfrentarse sin problema a sus deberes. De hecho, los hacen solos cuando están en el colegio. Lo que a veces les cuesta más es aprender a organizar la tarde: cuándo y cuánto van a dedicar a cada tarea pendiente. Ayudarles con su agenda les dará esta destreza. Y abstenernos de hacer los deberes con ellos les hará ganar en independencia.
5.Aleja todo tipo de pantallas durante la tarde. La tentación de «descansar un ratito» perdiendo el tiempo frente a una pantalla es demasiado grande. Si les ayudamos a superarla poniendo tierra de por medio con la tecnología, les será mucho más sencillo asumir que, aunque sus amigos tengan disponibilidad de pantallas siempre, en nuestra casa las normas son distintas.
6.Cenad en familia, hablad de todo, reíros mucho. Con nuestros horarios de colegio y trabajo, normalmente la cena es el único momento en el que nos podemos reunir todos. Mantener esta costumbre fomenta la comunicación intergeneracional, establece los vínculos indispensables de confianza, regala momentos inolvidables y sentimiento de pertenencia.
7.Apaga las luces a una hora concreta. El sueño es fundamental. La falta de higiene del sueño está detrás de muchos de los problemas de niños y adolescentes. Si no han dormido bien, estudian peor, no se concentran en clase, están más tristes o irascibles, trastocan su ciclo circadiano y se desorganizan con facilidad.