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Siete formas de corregir a tus hijos sin que se desanimen

Siete formas de corregir a tus hijos sin que se desanimen

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Tenemos que educarlos y eso implica corregirlos, pero debemos hacerlo de forma que no pierdan las ganas de esforzarse.

  1. Un fracaso no es el final, sino el punto de partida.

Tenemos miedo al fracaso, pero sirve para darse cuenta de cuál era el camino correcto que ahora ya pueden seguir. Un error es la manera de volver al camino correcto con convicción.

2. Casi todo tiene solución en esta vida (y si no la tiene, no merece la pena preocuparse).

Sólo tienen que ponerse. Si no tiene solución, ni te preocupes. Y si la tiene, todo es cuestión de tiempo, hábito, voluntad y esfuerzo. Paciencia.

3. Los límites, muy claros desde el principio.

Las consecuencias, también. Tienen que conocer las reglas y qué pasa si no las cumplen. No castigamos, aplicamos la norma que tenemos en casa.

4. Evita poner etiquetas para no caer en la profecía autocumplida.

Si siempre les repetimos lo mismo, dejarán de esforzarse por cambiar porque pensarán que son así y no tiene remedio.

5. En vez de decir “bien, pero”, di “bien y, además puedes”.

Valoramos el camino recorrido, los alentamos para hacer un último esfuerzo y mostramos la alegría por lo que han logrado.

6. Los queremos por encima de lo que hagan.

Les recordamos que nuestro amor es incondicional y no depende de cómo se porten. Sin chantajes emocionales. Eso es «familia», el lugar donde nos quieren sin juzgar.

7. Confía. Nadie escarmienta en cabeza ajena.

Duele verlos caer y toca confiar en que aprenderán a levantarse. Lo importante es animarlos a intentarlo otra vez, y otra, y otra.

María SOLANO ALTABA
Directora de Hacer Familia
Profesora de la Universidad CEU San Pablo

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