La vida académica de los más pequeños es las que se encarga de ir preparando su camino hacia un futuro trabajo. Aunque a medida que crecen esta senda se va especializando hacia la rama que marcará su vida laboral, es importante vigilar de cerca todas las etapas educativas de los hijos. Un recorrido que puede ponerse cuesta arriba en ocasiones y hacer que los niños y adolescentes se replanteen si quieren seguir estudiando.
En algunas ocasiones puede parecer que estas actitudes responden a comportamientos de vagancia en los hijos, en otras la causa puede ser más profunda de lo que se piensa. En cualquier caso, los padres tendrán que atender bien a estas situaciones para saber qué se esconde detrás de esta decisión, en especial para saber si todo se debe a una falta de motivación, o a un problema en el seno escolar.
¿Por qué mi hijo no quiere estudiar?
Hay muchos motivos, más allá de la vagancia, por los que un hijo manifiesta a sus padres su intención de no seguir estudiando. Es posible, incluso, que se presenten varios factores. La razón más común es una baja motivación. Tal y como indican desde Psicólogos Animae, si no se desarrolla un interés por las materias, se producirá una tendencia a evitar estos momentos.
Por otro lado, es posible que los hijos no vean el resultado de sus horas de esfuerzo y no sepan qué van a conseguir una vez hayan completado sus tareas, o hayan estudiado el temario. Y es que, en ocasiones, el corto plazo les hace pensar que tanta dedicación solo tiene un «premio»: las buenas notas. Al mismo tiempo, mientras viven con sus padres, no son capaces de ver los efectos negativos de una decisión como dejar de estudiar ya que no pueden pensar en un futuro laboral comprometido por ello.
También hay que tener en cuenta la posibilidad de que el niño esté atravesando por algún evento traumático como la pérdida de un familiar, o un episodio de acoso escolar. En estas situaciones los hijos podrían estar con la cabeza en otro lugar y no ser capaces de enfrentarse al reto de estudiar ya que su mente está lidiando con multitud de pensamientos.
Cómo ayudar a los hijos que dicen no querer estudiar
Y la pregunta del millón, si tu hijo te dice que no quiere estudiar, ¿qué puedes hacer? Ahí van unos consejos que puedes aplicar:
– Facilitar su aprendizaje preparando un entorno de estudio en donde no haya distracciones y que cuente con una iluminación adecuada, favoreciendo su concentración.
– Prestarse para resolver dudas de estudio y deberes, estando disponibles para poder resolver dudas.
– Crear un plan de estudios que permita una mayor organización a tus hijos, de manera que estos sepan lo que les toca hacer en cada momento, incluso los momentos de descanso.
– Usar el refuerzo. Y no solo como un premio a las buenas notas, si no haciéndoles ver lo importante que es labrarse un futuro a largo plazo y la importancia de la preparación académica.
– Enseñarles distintas estrategias de aprendizaje que permita que tus hijos vean diferentes fórmulas para prepararse un examen y cuál de ellas es la más se adapta a ellos. Seguro que al final alguna de ellas les termina motivando.
Damián Montero
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