La vuelta al cole es sinónimo de septiembre para todas las familias. Tras unas vacaciones de disfrute, descanso, y algo de repaso para no perder el del nivel, hay que volver a sentarse en el pupitre para tener éxito en el nuevo curso. ¿Cómo se sienten los escolares con este cambio? ¿Se sienten cómodos dentro de las aulas o creen que deberían haberse producido algunos cambios antes de este regreso?
Parece ser que no, al menos a medida que crecen los alumnos. Un dato que ofrecen en el informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2018 que elaboran de forma conjunta la Fundación Ramón Areces y Fundación Europea Sociedad y Educación. Y es que según se muestra en las páginas de este trabajo, conforme los estudiantes se hacen mayores, la satisfacción con el centro escolar desciende.
Del gusto al disgusto
Los datos de este estudio muestran cómo en torno a los 11 años la valoración del centro escolar está «equilibrada». En torno al 50% de este grupo de alumnos afirma estar satisfecho con su centro escolar, mientras que la otra mitad indica todo lo contrario. Atendiendo al sexo de los alumnos, el 55% de las chicas afirman que les gusta su colegio, por el 44% de los chicos.
El porcentaje desciende entre los alumnos de 13 años, tramo de edad en el que el 23% de las alumnas afirman estar satisfechas con su centro escolar, mientras que el porcentaje entre los chicos es del 20%. A los 15 años el porcentaje vuelve a descender hasta el 17% y el 13%.
Datos que se traducen en abandono escolar. En España la cifra de alumnos que dejan su carrera académica en el colegio es del 18,3%, porcentaje que sólo es superado por Malta en donde las cifras son del 18,6%. Los responsables de este informe destacan que es importante encontrar los mecanismos a través de los que se motivan los estudiantes para poder hacer que encuentren la comodidad necesaria para cumplir con sus objetivos académicos.
En este sentido se recuerda a los docentes la importancia de saber cómo reaccionar ante sus alumnos. La manera en la que el mundo exterior evalúa los resultados tiene mucha influencia en la percepción de las capacidades que se poseen. Ayudar a construir una mentalidad positiva es algo que compete tanto a los profesores dentro del aula como a los padres en casa.
Cómo motivar a los más pequeños
¿Qué pueden hacer los padres para motivar a los más pequeños? Desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado, CEAPA, se brindan varios consejos al respecto. Un primer paso es la de hacer ver a los más pequeños la importancia de conseguir sus metas, éstas deben representar la principal recompensa del sacrificio del esfuerzo.
Desde una mejor perspectiva laboral hasta una mejor visión de uno mismo. Hacer ver al niño que el esfuerzo de hoy supondrá un beneficio en el mañana es importante. También ha de trabajarse en la mejora de la autoestima de los niños:
– Las expectativas de los padres deben ser siempre acordes a las capacidades de los más pequeños.
– Los padres deben de hacer ver a los más pequeños que tienen un gran concepto de los y que confían plenamente en sus capacidades.
– Darles conciencia de que sus logros corresponden a su trabajo y no a factores externos.
Damián Montero
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