Actualizado 04/09/2024 09:29

Recuperar la rutina después de las vacaciones escolares

Archivo - Recuperar la rutina tras la vuelta de las vacaciones -Istock
Archivo - Recuperar la rutina tras la vuelta de las vacaciones -Istock

Tras unos meses sin horarios, con muy pocas actividades pautadas, sin compromisos de obligado cumplimiento y con mucha libertad, toca volver a la rutina del colegio, el estudio y las extraescolares en un tiempo muy corto. Recordamos algunos puntos que conviene tener en cuenta para conseguir que sea más fácil.

Primero, es fundamental reajustar los horarios de sueño. Durante las vacaciones, es común que los niños y adolescentes se acuesten y se levanten más tarde de lo habitual. Una semana antes del inicio de clases, es recomendable comenzar a ajustar gradualmente la hora de dormir y de despertar, acercándolas a los horarios escolares. Esto ayudará a que el cuerpo se adapte y evitará el cansancio durante los primeros días de clase.

En segundo lugar, reestablecer una rutina diaria es clave. Esto incluye horarios fijos para las comidas, el tiempo de lectura o de repaso de asignaturas y las actividades recreativas. Tener una estructura clara proporciona un sentido de estabilidad y previsibilidad, lo cual es especialmente importante para los niños más pequeños.

Además, es útil preparar el entorno de estudio. Asegúrate de que el espacio destinado para hacer tareas y estudiar esté ordenado y libre de distracciones. Involucrar a los niños y adolescentes en la organización de este espacio puede aumentar su motivación y sentido de responsabilidad.

Otro aspecto importante es fomentar una actitud positiva hacia el regreso a clases. Hablar sobre las cosas emocionantes que pueden esperar, como ver a sus amigos, aprender cosas nuevas y participar en actividades extracurriculares, puede ayudar a generar entusiasmo. También es útil escuchar y validar cualquier preocupación que puedan tener, ofreciendo apoyo y soluciones prácticas.

Finalmente, establecer metas y expectativas claras para el nuevo año escolar puede ser muy beneficioso. Ayuda a los niños y adolescentes a definir objetivos alcanzables y a planificar cómo lograrlos. Esto no solo les da un sentido de propósito, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades de planificación y organización.

En toda ocasión, necesitamos tener paciencia porque la adaptación no es sencilla, a nosotros también nos cuenta, pero en menos tiempo del esperado estarán organizados para afrontar el invierno y el curso académico. No hay que victimizarse ni permitir que se victimicen. La adaptación es un proceso que requiere esfuerzo pero es por una buena causa que justifica ese sacrificio.

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